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Diez debe aguantar (lo)

08/11/2020
 Actualizado a 08/11/2020
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El refranero español, muy sabio, invoca aquello de «quien tiene el culo arrendado…», el resto del adagio es de carácter escatológico y, naturalmente, presumible. Pues bien, algo parecido le viene ocurriendo al alcalde de la ciudad, a José Antonio Diez, en su pacto ‘natural’ con el representante de Podemos en el Ayuntamiento. Nicanor Pastrana, el único acólito podemita en la Casa Consistorial leonesa hace lo que le viene en gana. Y es que decir ‘lo que le sale del moño’ sería como equiparle a Pablo Iglesias, que antes llevaba coleta y ahora luce un recogido tipo castaña muy aparente. Y tampoco es eso. Es más doméstico. En cualquier caso, y al margen de cuestiones intelectuales o idearios, Pastrana tiene cogido al edil mayor por la bragadura, que queda más fino para definir las partes pudendas del regidor.

El revoltosillo concejal no se sujeta a la norma. Actúa por libre. Va y viene, sube y baja cuando le parece oportuno. Porque sí. O por protagonismo. O por envanecimiento, que nunca se sabe. Pero al igual que los animales en celo, él marca territorio y se las tiene tiesas con el equipo de gobierno. De esta suerte y de tal manera, que a Diez volvió a pillarle con el paso cambiado en el último pleno municipal, cuando el indisciplinado edil de la ultraizquierda española –su compañero del ejecutivo y acaso no del alma– votó en contra de abaratar el 50% del IBI al sector hotelero y establecimientos afines. A la mierda. Que la solidaridad para con los de la ‘casta’ se fuera, una vez más, a tomar por el saco. Aunque, eso sí, a la carta. Nos ha jodido mayo sin llover.

Estuvo bien el popular Fernando Salguero –persona de confianza de Silván– en el uso de la palabra. Certero y quevedesco. De forma jesuítica y jocosa dio la ‘bienvenida’ a la oposición municipal al extremista munícipe. Menuda chanza. Era lo apropiado. Sin embargo, José Antonio Diez, en su papel de moderador plenario, quiso contrarrestar la boutade, la humorada de Salguero, zanjando el asunto y justificándolo de cara a la galería. ¿Y cómo? Arguyendo la «libertad de expresión y de ideología» de Pastrana. Muy duros de cocer esos garbanzos, alcalde.

La evidencia, lo único cierto del asunto no es la libertad de expresión ni la ideología del concejal de Podemos. Lo real es que este individuo (sexta acepción del diccionario de la RAE) le es fundamental al grupo socialista para seguir gobernando desde la sede de San Marcelo. Y así será mientras cuenten –como condición sine qua non– con el beneplácito –que no alianza– de la UPL. Para mejor decirlo, de López Sendino y sus mesnadas, que son los amos del tenderete. Ahí está el truco. El ‘aleop’. Por eso, ni ideologías ni leches en vinagre. Solo aguante.
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