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Diez cotiza al alza

20/06/2021
 Actualizado a 20/06/2021
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Dicho a la pata la llana con el fin de que se entienda, al alcalde de León le están tocando las pelotas desde hace mucho tiempo en su propia casa, en su partido. En la calle 19 de octubre, la sede de la organización socialista, ni lo ocultan ni lo disimulan. A mayores, hay quien asegura que hubieran preferido no gobernar en el Ayuntamiento de San Marcelo, con tal de que José Antonio Diez se estrellara. Les dio julepe. Y, a partir de ahí, se amplió la veda. Las escopetas se recargaron con cartuchos de postas.

Uno de los señalados en cuanto a lastrar a Diez y al resto de su equipo –ya se verá qué ocurre con Susana Travesí– es el llamado líder de Castilla y León –distinto es que lo sea– Luis Tudanca, el mismo, que al ser requerido a mediados de mayo último por la batería de mociones leonesistas en los municipios provinciales apuntó, muy digno, que estaban «a otra cosa». Querría decir que estaba. Naturalmente entre alguna de ellas y como principal, a seguir clavado en el sillón para volver a disputarle al PP la hegemonía en la Comunidad. Ahí radica –o radicaba– su máxima apetencia. Y, hasta es posible, su cercana frustración.

De aquí a unos meses lo puede tener clarinete. Es un secreto a voces que le andan buscando sustituto, porque en Ferraz no lo ven con tirón para ser alternativa a la derecha. Y menos aún, ahora, con eso de los indultos. El chiste sería, que, como apuntaba ‘La Negrilla’ y su ojo avizor el pasado viernes, le dieran «el paquetón de caramelos» de la desaparecida y muy leonesa confitería Polo, que era el premio de una emisora local a los niños aspirantes a cantantes. Del actual PSOE se puede esperar cualquier cosa.

De manera, que Tudanca podría ser el cazador cazado –y no a la espera, sino a la carrera–, mientras que Diez, en el peor de los supuestos, hallaría una alternativa para intentar revalidar al estilo ‘freelance’. En la derecha bien lo supieron en tiempos de Juan Morano. Y no le fue tan mal en las urnas al controvertido y peculiar personaje. Diferente asunto es que Diez, abocado a un callejón sin salida, se viera obligado a hacerlo por amor propio. Los palos recibidos y las zancadillas enhebradas podrían empujarle a ello. Podrían. En condicional.

Pues bien, a raíz de la reciente visita a León del descarado ministro y tahúr José Luis Ábalos y su amenazador de cabecera, el circense y ‘reputado asesor’, Koldo García Izaguirre, Diez, por bravo, ha salido (muy) reforzado ante la opinión pública leonesa. Le plantó cara al compinche del inquilino de la Moncloa y denunció los incumplimientos del Gobierno ‘sanchista’ para con la ciudad. Faena de puerta grande. Triunfo aplastante. Cotiza al alza a pesar de su partido. ¿Se han enterado en el PP?
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