Diego y Rodri: "Al llegar a dar el concierto supimos que éramos Tarna"

El emblemático grupo leonés cumple 10 años con un concierto en el mismo lugar donde dio el primero: la taberna Che de Carracedelo

Fulgencio Fernández
18/03/2017
 Actualizado a 13/09/2019
Diego Gutiérrez y Rodrigo Martínez son los componentes del grupo Tarna.
Diego Gutiérrez y Rodrigo Martínez son los componentes del grupo Tarna.
Tarna tiene este sábado en El Bierzo una cita muy especial pues celebran su décimo aniversario, lo hacen exactamente en el mismo lugar donde ofrecieron aquel primer concierto que, curiosamente, fue allí donde les bautizaron con ese nombre: "Íbamos a tocar en la taberna Che de Carracedelo y todavía no teníamos nombre. Los dueños, Álvaro y Julia, que siguen allí, nos dijeron que habría que poner un nombre en los carteles y les dimos una lista de 15 ó 20 nombres que barajábamos pero sin decidirnos por ninguno. Y así fue como al llegar a dar el concierto supimos que nos llamábamos Tarna. Y hasta hoy".

- ¿Y os gustó?
- Bueno, era uno de los que habíamos puesto en la lista, aunque no era el que más nos gustaba... Pero nos hicimos a él y ahora nos gusta.

- ¿Por qué Tarna?
- Por el puerto y por nada. Queríamos un nombre leonés, de un monte, un puerto, un río... algo que nos identificara con esta tierra y fue Tarna, como podía ser Pajares, bueno Pajares no, que no estaba en la lista.

Los dueños de la taberna donde dimos aquel primer concierto nos pusieron el nombre Diego y Rodri, Diego Gutiérrez y Rodrigo Martínez, Tarna, se van solapando en las respuestas, el uno habla por el otro pues en pocas cosas discrepan, tienen la misma visión y muy claro, desde el principio, lo que querían hacer: "Eso es verdad, queríamos elaborar un repertorio basado en la música de la tradición leonesa mas desconocida para el gran público, revitalizando dicho repertorio y dotándolo de un carácter mas contemporáneo. En corto y por derecho, que la música tradicional también pueda ser del siglo XXI".

Y han pasado diez años desde aquel día de primavera cuando "supimos nuestro nombre y dimos nuestro primer concierto". Diez años después, con otro día primaveral (salvo que el tiempo cambie radicalmente) regresan a Carracedelo. "Es una cita que a los dos nos hace especial ilusión pues sentimos un profundo cariño hacia Álvaro y Julia, propietarios de esta carismática taberna berciana que nos vio nacer como grupo y nos han seguido de cerca".

Aún recuerdan perfectamente, los dos, aquel primer concierto. "Tocamos muchos de los temas que después fueron a parar a nuestro primer disco, El hombre que tenía una vaca, algunos otros que Rodri había preparado para Pandetrave y, por lo que fuera, no llegaron a ver la luz y algunos que han quedado sin grabar. Lo preparamos en un mes y medio o dos meses y creo que no quedó del todo mal".

El programa de este concierto es especial, un poco de todo y lo que vaya surgiendo Entonces lo hicieron en la terraza de la Taberna Che, hoy cuentan con un local de aforo limitado y entradas a seis euros. "Nos gusta que sea un local pequeño, es lo que más vamos a hacer para celebrar este décimo aniversario, conciertos en salas donde el contacto con la gente pueda ser más cercano, hasta llegar a la conversación, la sintonía y la complicidad, porque lo que hemos comprobado en este tiempo por los escenarios es que una de las facetas más agradables de este trabajo es la relación con el público, la conversación, escucharlos e, incluso, que te cuenten sus experiencias con algunas de las canciones que tocamos".

- Un programa especial para este concierto aniversario.
- Sí y no. Sí, porque es el de cumplir 10 años y tocaremos un poco de todo, canciones de los dos discos (Cuando voy pa la braña, Por aquellas cuestas...), algunas inéditas y también adelantaremos algunas de las que formarán parte del tercer disco, que sacaremos hacia final de año, como remate de este año especial.

- ¿Las nuevas?
- Cantaremos El romance de la Gallardina; la Panderada de Pontedo y unos Titos de Benllera. Y lo que vaya surgiendo, como te decíamos.

"No pensábamos llegar aquí".


Cuando echan la vista atrás, a los diez años recorridos y un buen número de conciertos a sus espaldas —"no sabemos cuántos, no los llevamos en cuenta, pero no nos podemos quejar, han sido bastantes"— Diego y Rodri reconocen que "la verdad es que no teníamos claro que pudiéramos llegar hasta aquí. En los primeros meses tirábamos para adelante a ver qué pasaba pero después las cosas nos fueron rodando bastante bien, aunque es cierto que el primer disco nos costó bastante trabajo sacarlo, no fue fácil". Pero salió, fue en 2010, después de tres años de trabajo. bajo el título de ‘Si esperaran las liebres…’ (2010). "Fue un disco grabado en directo que, la verdad, nos dio muchas satisfacciones pues tuvo muy buena acogida y su difusión fue tirando un poco de nosotros como grupo, nos empezaron a conocer en más sitios, a llamarnos".

El contacto con la gente es agradable, pero también el trabajo de creación, de arreglar los temas Y así se fue gestando el segundo trabajo, mucho más redondo, con numerosas colaboraciones. En 2014 vio la luz ‘El hombre que tenía una vaca’, del que se destaca "su gran madurez en el minucioso trabajo de arreglos y composición. Brittany Hass, Luke Plumb , Xoxé Antón Ambás o Ana Alcaide son algunos de los músicos de los que vienen acompañados en esta grabación, así como el genial poeta Juan Carlos Mestre", escriben de ellos y su nombre ya suena fuera de las fronteras de León, así en La Nueva España de Oviedo dicen de Tarna: "Con un sonido muy actual, renovado y lleno de energía, el dúo es una de las gratas sorpresas de la escena folk nacional en el último año".

Rodrigo y Diego reconocen que uno de los aspectos más atractivos de este trabajo de recopilación y recreación de los temas tradicionales es el contacto con la gente, recorrer los pueblos, escuchar versiones. Sin embargo, Rodrigo Martínez explica que «a mi lo que más me divierte es el trabajo de creación e investigación, montar los temas, arreglarlos, buscar en los archivos... También charlar con la gente, claro, sobre todo después de los conciertos, cuando ya ha pasado la tensión». Y no faltan ejemplos de pueblos en los que se quedó a escuchar y a que le escucharan. "La tocata es muy agradable", reconocen.

"Ideas hay muchas"

Tarna apostó desde sus inicios por un determinado tipo de música, de tratar con la tradición. "No entendemos el arte de combinar sonidos bajo la premisa infranqueable de que existiera un terreno prohibido, en el que no nos pudiéramos adentrar". Son conscientes de que para algunos espectadores podrían resultar extrañas algunas de sus versiones, «pero nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de que mucha gente mayor, los que más encasillados podían estar en una forma de escucharla, la reciben fenomenalmente. También es cierto que, por ejemplo, a Marucha, la panderetera de Casares, no le gustó la versión que hicimos de un tema suyo".

Y aunque reconocen que el momento de la música tradicional leonesa es bueno, «pues hay muchos grupos», no son muchos los que siguen la linea de Tarna o Aira da Pedra. "La apuesta por renovar la tradición es minoritaria".
Archivado en
Lo más leído