Diego García Paz: "Son relatos con una fuerte carga emocional"

El jurista y escritor leonés presenta el martes en El Gran Café el libro ‘Cuentos desde la oscuridad’, que se fraguó durante sus años de estudiante de oposiciones en León

Joaquín Revuelta
30/12/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Diego García con un ejemplar de ‘Cuentos desde la oscuridad’. | DANIEL MARTÍN
Diego García con un ejemplar de ‘Cuentos desde la oscuridad’. | DANIEL MARTÍN
Tras una primera presentación llevada a cabo el pasado 18 de diciembre en la Casa de León en Madrid, Diego García Paz, Letrado Jefe de Civil y Penal de la Comunidad de Madrid y miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, además de vicepresidente de la casa regional, dará a conocer este martes su libro de relatos ‘Cuentos desde la oscuridad’ en El Gran Café de León, en un acto que dará comienzo a las 20:00 horas y donde estará acompañado por Cristina Peñalosa, quien se ha encargado del prólogo.

La génesis de ‘Cuentos desde la oscuridad’ se remonta al periodo en el que Diego García estudiaba para las oposiciones y la literatura se convirtió en una válvula de escape a tantas horas de estudio y soledad. «En realidad antes que los propios relatos en sí fueron imágenes con un apoyo musical que luego se convirtieron en pequeños vídeos caseros que ya contenían la historia en sí misma. Con el tiempo esa historia la pude desarrollar literariamente, tratando de reflejar lo que me había pasado por la cabeza a la hora de realizar esos vídeos», señala el autor, para quien el título de la publicación pretende ser un reflejo de cómo se sentía en la época en que estudiaba para las oposiciones, «una época de enclaustramiento en la que uno tiene que hacer muchas renuncias en aras a un futuro que es un tanto incierto pero que tiene que apostar por ello y volcarse por completo», argumenta García, que reconoce que los pensamientos que surgen en ese particular contexto «no son precisamente luminosos, porque uno se siente separado del mundo». Muchos de los relatos que se dan cita en el libro, y de ahí el título, surgieron de esos momentos de incertidumbre, «aunque en todos ellos siempre hay una impronta de esperanza, no es una oscuridad absoluta sino que hay salida».

Los relatos que dan forma al libro ‘Cuentos desde la oscuridad’ tienen su correspondiente vídeo que puede verse en el canal que el autor tiene en Youtube. En esos vídeos aparecen enclaves de la capital leonesa a los que Diego García guarda un especial cariño, como el Arco de la Cárcel, una zona de tránsito desde sus tiempos de estudiante en el instituto Legio VII, la calle Federico Echevarría, donde vivían sus abuelos, o Padre Isla, a la altura de la Estación de Matallana donde se encuentra todavía la casa de sus padres. «Cuando salía a dar vueltas por la zona me llevaba a tener una visión del entorno un tanto peculiar, fundamentada en esa vivencia personal que yo tenía de estar la mayor parte del tiempo enclaustrado y enfrascado en los libros. Tengo cuentos que transcurren en la plaza del Grano, el Arco de la Cárcel y al menos tres en la Catedral, uno de los cuales narra de forma metafórica mi historia como opositor», señala el autor, que recurre a la figura del rey Ordoño II en dos de esos relatos, uno en el que se detalla la situación de su emplazamiento en la Catedral, donde está enterrado, y un segundo cuento titulado ‘El orgullo de un rey’, escrito ya en Madrid, como consecuencia de que el monarca leonés tiene su correspondiente estatua frente al Palacio de Oriente. «Esa imagen de Ordoño II me inspiró un cuento muy bonito sobre la inmortalidad y la valentía de este rey, de cuya efigie emanan unas fuerzas que hacen que todavía esté velando por los leoneses, en cierta forma», destaca García, que también se vale de la figura del Conde Drácula para perpetrar un cuento que recurre al monólogo interior a fin de expresar sus propios pensamientos a través del célebre personaje creado por el escritor Bram Stoker. «Aunque existe una gran diversidad en todos los cuentos que conforman el libro, si tuviéramos que buscar un elemento común a todos ellos pienso que este sería la superación de los propios miedos; es decir, partimos de un estado de incertidumbre donde no sabes si alcanzarás o no tus propósitos, una vivencia muy común a todos los que opositamos, pero como te decía con un punto de esperanza, con la posibilidad de que al final del camino siempre hay una luz para quien se esfuerza y lucha por conseguir sus objetivos», sostiene el Letrado Jefe de Civil y Penal de la Comunidad de Madrid.

Diego García cree haber conseguido reflejar en la redacción de ‘Cuentos desde la oscuridad’ aquellas sensaciones y estados de ánimo de sus difíciles años como estudiante de oposiciones. «Pienso que ha quedado muy bien reflejado. Por mi formación y mi actividad profesional tiendo a ser conciso y claro. No son relatos extensos pero sí que tienen una fuerte carga emocional. Si has vivido como opositor lo entiendes a la primera y si no has pasado por esa experiencia puedes llegar a reconocer ciertas sensaciones que creo que he sabido reflejar muy bien en este libro».

Diego García cree que si tuviera que repetir la experiencia en el momento presente el resultando sería un libro más luminoso. «El trabajo que desarrollo en la actualidad es igual de duro e intenso, pero mi situación personal no es tan tenebrista como la que fraguó este libro. Era un contexto muy diferente. Ahora mi situación es otra, es estar ya en la realidad de la vida, es ver el mundo y por lo tanto estar más resolutivo en la sociedad, y seguramente los cuentos que saldrían de aquello no tendrían ese componente un poco melancólico sino que serían de otra naturaleza. Ya no tendrían ese componente de oscuridad sino que seguramente serían de luz, a pesar de que estamos viviendo unos momentos muy complejos a todos los niveles, pero con todo yo no pierdo la esperanza», asegura el jurista y escritor leonés, que cree que aquellos primeros vídeos le ayudaron en cierto modo a superar la incertidumbre de aquella situación y tal vez también a aprobar las oposiciones. «Desde luego para mí fue una vía de escape que me sirvió a no aislarme del todo y fundamentalmente fue el vehículo a través del cual pude expresar mi sensibilidad y utilizarlo como algo que me hacía escapar de esa dureza de las oposiciones».
Archivado en
Lo más leído