Diálogo y estrategia, por Javier Cepedano

El presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) analiza las fortalezas de la provincia en el el suplemento 'Cuenta con León' de La Nueva Crónica

Javier Cepedano
23/05/2020
 Actualizado a 23/05/2020
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La ‘vuelta a la normalidad’ está cada vez más cerca pero, debemos ser realistas: el mundo tal y como lo conocemos no va a ser el mismo. Estamos atravesando cambios sociales, económicos o empresariales que nos van a obligar a modificar nuestros hábitos de vida.

La crisis sanitaria ha desembocado en una auténtica crisis económica que ha dejado tocados a sectores clave para la economía leonesa, principalmente la hostelería, el turismo y todas sus actividades afines. Fele ya alertó de una caída del PIB provincial de en torno al 8%. Se han destruido cerca de 10.000 empleos en la provincia de León, y, solo en el mes de abril, han desaparecido ya un centenar de empresas.

Pese a esta realidad, las empresas leonesas han demostrado una vez más cuál es su principal fortaleza: su capacidad de adaptarse al cambio y aprovechar las oportunidades existentes.Si echamos la vista atrás, en León hemos vivido situaciones muy complicadas que han servido para demostrar esa capacidad de supervivencia del tejido empresarial. Situaciones que han sido aprovechadas, de las que han aprendido y de las que han salido aún más reforzadas. Esta crisis no va a ser menos y ya nos ha permitido ver cómo las empresas leonesas se han adaptado a una nueva realidad, mostrando su mejor cara y aprovechando los recursos existentes. Recursos que ya forman parte de un nuevo ecosistema económico y que va a marcar el futuro de las empresas y el trabajo.

Hemos visto como se ha dado el impulso definitivo a la digitalización en los procesos productivos. Esta crisis ha puesto de manifiesto que son imprescindibles infraestructuras digitales robustas en el camino hacia la recuperación. Han cambiado los procesos productivos y la forma de trabajar. El teletrabajo es ya una realidad, ha llegado para quedarse. Y miles de compañías utilizan las plataformas digitalesno solo para dar a conocer sus productos y servicios sino para que entren en cada una de las casas de los consumidores a golpe de click. Sin ninguna duda, todo ello será aprovechado en términos de competitividad y productividad.

Hemos visto como la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha jugado un papel clave en la mejora de la reputación empresarial. Hemos visto como las organizaciones se han volcado en crear riqueza, empleo y, por supuesto, en ayudar a la sociedad.

Y, ante todo, hemos visto como la unión, el consenso, el diálogo, es la única fórmula hacia la recuperación. Una acción coordinada por parte detoda la sociedad es la vía para hacer frente a esta pandemia sanitaria y económica. Existen instrumentos para ello, existe el Diálogo Social como elemento de progreso económico y cohesión social. Ese foro institucionalizado participado por la administración, los sindicatos y el tejido empresarial, representado en nuestro país por nuestra patronal CEOE y Cepyme; Cecale en Castilla y León y por Fele en el caso de la provincia de León.

Podría referirme a importantes acuerdos en el marco del Diálogo Social como por ejemplo el plan de choque con medidas extraordinarias para trabajadores, autónomos, empresas o familias acordado a nivel regional; o el reciente acuerdo para la puesta en marcha de bonos de consumo para incentivar el comercio de la ciudad de León.Esa es la línea de trabajo. En una situación ya crítica para la economía, lo menos necesario en estos momentos es romper puentes de diálogo, sino favorecer el consenso para reactivar el consumo y avanzar en la vuelta a la actividad.

Anteponiendo, como no podía ser de otra manera, la salud por encima de cualquier decisión, debemos ir dando pasos. La reconstrucción del país y de esta provincia pasa inevitablemente por crear, en ese marcodel Diálogo Social y entre todos los actores implicados, una estrategia que permita restaurar el tejido productivo, proteger a las empresas, recuperar el empleo y, principalmente centrar esfuerzos en ayudar específicamente a los sectores más afectados por la pandemia. Necesitamos un plan de recuperación.

Un plan querecoja acciones destinadas a los sectores que pueden tirar de los demás. Reconversión de la hostelería, reactivación de la industria, impulso a la construcción y la obra pública, consolidación del sector agroalimentario o refuerzo de las nuevas tecnologías.

Y lo fundamental, necesitamos un plan que sitúe a la empresa en el centro de todas las decisiones para una reconstrucción con garantías. Y, ¿por qué ha de ser así? Porque cuando se tiene en cuenta su criterio, que son las que verdaderamente toman el pulso, día a día, a la situación económica; que son las que conocen cuáles son sus necesidades, que son las que generan empleo y actividad económica, solo entonces es cuando tomaremos las mejores decisiones, cuando frenaremos los efectos económicos de esta pandemia y podamos emprender la verdadera recuperación.
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