11/09/2015
 Actualizado a 08/09/2019
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Si tuviera que elegir qué día es el más importante en el campo berciano, sin duda, diría que éste sería el día de vendimia. Este día es el punto de inflexión entre la viticultura y enología. Decidir que día vendimiar es la decisión más compleja a la que se puede enfrentar un vinatero. Y para acertar sin duda hay que tener la pericia de un buen científico y la intuición de un astrólogo. Hay que ser a la vez técnico y alquímico, ingeniero y artista. ¡Para hacer vinos sublimes hace falta este espíritu renacentista! El premio a tanta maestría será recoger una abundante uva, henchida de madurez, colmada de color y de sabor, y en buen estado sanitario.

En El Bierzo la elección del día de vendimia es compleja puesto que las condiciones climáticas anuales son siempre cambiantes, el clima continental cada año se combina con dominancias atlánticas o mediterráneas. Por ejemplo, este año ha sido ‘tempranero’ puesto que la climatología ha sido sometida por la componente mediterránea que acelera el ciclo natural, con una primavera y un verano cálidos que adelantaron la brotación, la floración y el envero. Nada que ver con el año anterior marcado por la lentificadora componente atlántica expresada en un invierno y primavera lluviosos y un fresco verano. Cada año aquí es muy diferente por eso la experiencia es una cualidad imprescindible. Para hacer buen vino en esta comarca hace falta tener las cualidades de un versado historiador.

Pero aquí no sólo el clima es tornadizo, también lo son sus uvas. La mencía para muchos enólogos es caprichosa en su madurez. En cuestión de un día, incluso de unas horas, puede dar un carácter radicalmente distinto a los vinos futuros. Es necesario escudriñar minuciosamente la fecha de cada paraje, de cada parcela. Aquí, para hacer buen vino, hacen falta las cualidades de un geógrafo que sea capaz de encontrar con precisión en cada lugar el punto óptimo de la madurez.

Esta diversidad geográfica y varietal se expresa en una valiosa diversidad de añadas. En El Bierzo las bodegas atesoran tanto ‘vinos mediterráneos’, alcohólicos y aromáticos como ‘vinos atlánticos’, moderados de alcohol, buena acidez, características varietales muy marcadas. En El Bierzo los horizontes del vino son infinitos por eso aquí los viticultores y enólogos sólo pueden ser genios: unos héroes que saben hacer de la complejidad virtud. Que saben lidiar sabiamente con el espacio y el tiempo. Hoy es día de vendimia, ¡hoy empieza todo!
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