arsenio-terronb.jpg

Día casi perfecto

24/05/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Guardar
Había caminado todo el día, por senderos y veredas. Había olido los aromas de flores y praderas. Había pisado piedras, barro y alfombrados bosques. Subí aquella cima, bajé por el barranco, mojé mis pies en el arroyo. El sol calentó bien de mañana, el viento azotó mi rostro a primera hora de la tarde, cuando la arista recorrida desplegó decenas de montañas en un horizonte azul, mientras briznas de nieve golpeaban mis ojos cuando ya el camino terminaba. Habíamos visto robles y hayas, ajos silvestres y orquídeas con colores de paleta de pintor, tocamos yescas y otras setas, pizarras fosilíferas que manchaban nuestras manos, calizas cortantes que nos hablaban de un pasado cubierto por el agua de los mares. Me había sentado en el suelo, allí donde algunos rayos de sol atravesaban el follaje tupido del bosque, para disfrutar de charla y de bocado.

Todo había sido perfecto ese día. Ya solo faltaba el plácido regreso al hogar. Pero no todo puede terminar bien, aún faltaba la tragedia. Lo que era azul celeste se tiñó de negro, lo que eran nubes blancas de algodón, se transformaron en volutas infinitas de negrura cenicienta, lo que era brisa cálida en el rostro se convirtió en inmensas lenguas de fuego abrasador que se tragaban a su paso todo lo anteriormente vivido y disfrutado. Contemplando el trágico teatro, las reflexiones surgen de inmediato. El día elegido por el delincuente era el mejor, para él. Fin de semana, muy ventoso a esa hora de la tarde, sin patrullas activas, sin medios aéreos cercanos, sin capacidad de respuesta inmediata. Solo pareciera, si acaso, que se adelantó un par de horas en provocar la masacre pues aún había unas pocas horas de luz para que llegara la respuesta antes de la súbita oscuridad que merma la capacidad de contraataque hacia el fuego. Tardaron muchas horas más en sofocar las llamas, tardaremos años, décadas, en recuperar lo perdido. Hay que reaccionar de manera inmediata, pues ya se han calcinado casi 2000 hectáreas de monte vivo en lo comido al año.
Lo más leído