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Después de Reyes, la carta

08/01/2020
 Actualizado a 08/01/2020
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Queridos Reyes Magos: Sé que después de la vendimia ya no hacen falta cestos y que se os escribe antes de que vengáis y no cuando estéis de vuelta a Oriente después de unos días que adivino intensos para vosotros, con los camellos a punto de que se les salten las bielas. Cada año llenáis más las alforjas de los rumiantes para venir a León con toda esa retahíla de regalos con los que agasajar a propios y extraños de la ilusión, afortunados que aprovechan ahora que os habéis ido para descambiar lo que les habéis traído porque tenéis que reconocer que hay veces que no dais una ni con las tallas ni con los gustos del personal. Para que atinéis algo más, quiero poneos en la pista de lo que algunos queremos que nos traigáis para el año que viene y así ya no podéis poner la excusa de que no os avisamos con antelación. No estaría mal que fletaseis unas máquinas de asfaltado para acabar con los baches de la N-630 entre Villamañán y León. Ya sé que el tramo que peor estaba, el más cercano a la provincia de Zamora, nos lo arreglaron por obra y gracia de unas inminentes elecciones generales hace algo menos de un año pero es que lo que quedó sin tocar ya está peor que el suelo de la cuadra en la que duermen vuestros camellos. No estaría de más que de la que vengáis en 2021 paséis por Teruel y nos traigáis algo de amor propio por lo nuestro para decir a los de aquí que León también existe, unos remos para hacer fuerza todos a una nos servirían. De la que os vais, podéis llevaos esta soga con la que parece que jugamos cada día a solteros contra casados y que al final no va a servir para más que para hacernos un nudo al cuello. Que no se os olviden en Oriente unas cuantas dosis de buena gestión para la sanidad rural, que en cuatro días tememos vernos paseando por la comarca en un minibús después de haber conseguido cita tras haber explicado nuestros dolores a una locución. Acordaos de traer ganas de dimitir a más de uno y a poder ser no os dejéis fuera del macuto unos cuantos escrúpulos. Aquí escasean. Ya lo habréis comprobado estos días, que en las casas no os dejan más que leche y galletas y raro se me haría que alguien os hubiese dejado un cocido como Dios manda. Traednos memoria y buenas historias. Las ganas de escribir las ponemos nosotros.
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