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Desnorte en la León Braganza

16/12/2021
 Actualizado a 16/12/2021
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Tras la convocatoria de la Asociación Rionor de municipios fronterizos hispano-lusos con autoridades de ambos países, que tuvo lugar en Puebla de Sanabria el pasado domingo, no se entiende la posición de la Junta de Castilla y León respecto a la comunicación entre Puebla y Braganza. Una vez se convino en la cumbre de los gobiernos portugués y español de Oporto que esta conexión es prioritaria, ambas administraciones deberían actuar para ejecutarla lo antes posible.

Por el lado portugués ya se ha realizado el estudio y redacción del proyecto, que ejecutará la Cámara Municipal de Braganza con fondos europeos de recuperación. Así lo confirmó la Secretaria de Estado de Valorización del Interior del Gobierno de Portugal en Puebla de Sanabria, quien matizó además que esta zona adolece de la menor cooperación transfronteriza de toda la raya. El trayecto Braganza-Puebla ahorra 70 kms a los camiones entre Oporto e Irún, reduce la distancia entre Gijón, León y Braganza e interconecta los dos sistemas de carreteras de forma eficiente. Actualmente se trata de una carretera vecinal impracticable para camiones y autobuses. En consecuencia, es imprescindible para dinamizar la zona. Su impacto económico puede ser muy relevante.

Sin embargo, la Junta de Castilla y León no ha cumplido su compromiso. Lo acordado es que reforme el trazado actual, de 15,3 kms, con un coste de 25 millones de euros, dentro del presupuesto total de 58,5 para los 42 kms de trazado. La Junta lleva 25 años dando vueltas a esta obra sin resolver ni cumplir compromisos, a sabiendas del perjuicio económico que para el interés general supone el retraso de esta vía. La representación de la junta autonómica en la reunión no supo explicar las causas de esta continua dilación. Es más, la Junta solo envió a esta reunión un director general que no tiene que ver con la Consejería de Fomento, auténtica implicada en la construcción de esta vía rápida. El presupuesto para 2022 lo dice todo: 10.000 euros.

La falta de interés de la Junta tiene que ver con el bloqueo económico a León, que ejecuta de forma discreta. No se implica en la resolución de conflictos empresariales de la Región Leonesa, demora las ayudas a proyectos de promoción, torpedea iniciativas relevantes, como la biorrefinería de Barcial del Barco, fundamental para León y Zamora, o demora la ejecución de las vías de ferrocarril para la siderurgia de Villadangos del Páramo.

Para los leoneses resulta decisivo escapar al campo de decisión de la Junta de Castilla y León mediante una autonomía propia. Con la Autonomía Leonesa esta carretera y el resto de proyectos llevarían años funcionando.
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