Imagen Juan María García Campal

De(s)memorias. Cuenta atrás (5)

08/06/2022
 Actualizado a 08/06/2022
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Esta semana he andado memorioso. Bueno, a decir verdad, más memorioso de lo habitual y, también, reflexivo y risueño. Risueño de rostro afuera, porque mi interior más de una vez se entristeció y más de una carcajeó.

Ignoro el porqué, pero en varia ocasión me sorprendí ojeando fotografías antiguas, es decir, de la niñez y juventud. Cómo diría, de tiempos de vacas gordas y de vacas flacas, de quehaceres obligatorios, unos, vocacionales otros, de amores y desamores, de aciertos y yerros, de contentos y tristezas; de los días vividos, vamos. Y de todo hubo conciencia y gratitud y de nada queja. Sería la falta de las unas, inexcusable, la existencia de la otra, soberbia. De nuevo constaté que no soy más que la consecuencia de mis actos, de mis suertes, muchas, y aciertos, algunos; de mis yerros, más de los convenientes.

A mayores y por si ya así no anduviera yo, se presentó el viernes pasado el memorioso libro de Esther Bajo y Joaquín Revuelta, ‘Ven y mira’; una ilustrada y detallada historia del Cine Club Universitario de este León de nuestro (con y des) vivir. Claro, asistí al acto de presentación en el que amén de los autores oficiaron de presentadores Eduardo Aguirre y José Luis Rodríguez Zapatero.

Cómo sustraerme al recuerdo de una parte esencial de mis primeros años en esta ciudad como parte de la que don Miguel Cordero del Campillo llamaba «intendencia necesaria» (el personal de administración y servicios) de nuestra naciente Universidad. Cómo perderme la oportunidad de saludar a José Luis, del que hace años todo leonés había sido compañero de pupitre y a quien no veía desde el 23 de abril de 2004. Cómo no agradecerle el cambio que, a mejor, en muchos aspectos sociales y libertades individuales supusieron sus mandatos presidenciales.

Qué cosa la memoria personal. Y menos mal que en estas y otras memorias anduve la semana. Que aviado iría si me la tuviese que encender o avivar el capitán que se olvidó de que la compañía MAPO del BIP ‘Wad Ras’ II/31 no era suya, «sino de las Fuerzas Armadas, que representan a todos los españoles, no a ninguna religión o ideología»; o el mitinero obispo de Huelva haciendo campaña electoral con sus principios morales, mas con cierta inmoralidad, en esa verbena que es el Rocío; o el presidente del TSJ de CyLeón comparando al PCE con el partido nazi, ignoro si a título personal o si institucional o si amparando el uno en el otro.

Qué desmemorias hay que ver. Cómo anda el rancio patriotismo. ¡Qué cruz!

Mas buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!
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