Ha presentado el libro en diversos puntos de León y esta tarde acude a hacerlo en el Bierzo. Será a las siete de la tarde en el restaurante-cafetería La Central de Ponferrada y Ponga estará acompañado por Jesús Fuentes, profesor de Historia, y el editor, Pedro Moreno.
Aunque el libro repasa toda la provincia Juan Carlos Ponga pondrá especial atención a lo ocurrido en el Bierzo, ya que allí es la presentación. Señala que «por desgracia, pues no deja de ser una desgracia que ocurran estas cosas con nuestro patrimonio, material hay de sobra, también en el Bierzo».
Y posa su mirada el autor de ‘El León perdido’ sobre aspectos muy diferentes. «Destacaría la poca atención que han tenido la mayor parte de los yacimientos arqueológicos, entre ellos el Castro Ventosa, del que se ha cuidado la muralla pero no se ha excavado el interior del mismo y las noticias de su existencia se remontan a tiempos de Gil y Carrasco».
Pero no es el único, ni mucho menos, señala Ponga que «es triste el abandono de muchos de sus castillos hasta épocas muy recientes y que haya tenido que ser Promonumenta quien haya luchado por fortalezas con la de Vega de Valcarce». Esta situación también es preocupante con otra joya, sus monasterios. «Solo en las últimas décadas han recibido algunas atenciones. La ruina mayor es la de San Juan de Montealegre. Y en lo referente a conventos la destrucción de convento de San Agustín de Ponferrada, en la actualidad desaparecido». El mismo destino que vivió» que fueron derribadas un número importante de iglesias «amparándose normalmente en su mal estado de conservación, siendo sustituidas por edificios nuevos, generalmente de muy mal gusto. También han sido otras muchas pasto de los robos, muchos lectores recordarán las lápidas de la Ermita de la Santa Cruz de San Pedro de Montes, por ejemplo».Podría seguir, y sigue, su repaso Juan Carlos Ponga enumerando «la destrucción de casonas y palacios por desidia y abandono (Villar de los Barrios o la Calle del Agua de Villafranca); la arquitectura industrial que ha perdido muchas instalaciones por abandono o desprecio (causa especial dolor la línea de baldes de carbón de Páramo del Sil a Turmaleo, que podría haber sido un teleférico o las ligadas a las explotaciones de wolframio); la estación de Villafranca del Bierzo del desaparecido tren que comunicaba con Toral de los Vados o numerosas pérdida de la arquitectura popular: pallozas, hórreos, fargas...».
La simple enumeración produce cierto escalofrío, pero es lo que el infatigable Juan Carlos Ponga ha encontrado.