Desapareció 11 años y regresó sin decir palabra

Fue una de las historias más inquietantes que ha vivido esta provincia. Es 1992. Una joven de 16 años —Naika— sale de su casa en un pequeño pueblo del municipio berciano de Arganza y no regresa. Ni aquel día de agosto ni los 11 años siguientes. La buscan por todos lados, sus padres acuden incluso al famoso ‘Quién sabe dónde’ de Paco Lobatón sin suerte. «Parece que se la ha tragado la tierra», es la frase más repetida por los vecinos y familiares en los reportajes de la época.

31 de octubre de 2003. Un taxi llega al mismo pequeño pueblo, se baja una joven de 27 años delante de la casa de Naika. No hay nadie en casa —habían ido a ver a un pariente enfermo— y se queda sentada en la puerta, arrecida de frío pues vestía unos playeros, pantalón corto y una camiseta, hasta que llegan su hermana y su madre. Casi no la reconocen. «Soy yo, Naika. Estoy bien».

Es todo lo que dijo «de puertas afuera» y todo lo que se supo de aquella extraña desaparición que tantas conjeturas levantó: malas notas después de un brillante expediente, captada por una secta, incluso obligada a prostituirse. Naika nada dijo. La policía desmintió el bulo de la prostitución...

Y después mucho silencio. Naika desapareció nuevamente aunque no físicamente. En estos tiempos que ‘todo es mediático’ la joven berciana fue exactamente lo contrario. Un caso para las hemerotecas y una vida anónima, que bien merece.

Anónima hasta que una historia así se convirtió en lo que parece, un guión de cine. Y la vida de Naika es una de las tres historias en las que se basa la serie ‘La verdad’ que ahora está poniendo Telecinco con evidente éxito. Las otras dos historias para que sea una serie «basada en hechos reales» son las de la niña austriaca Natascha Kampusch, muy conocida; y la del niño texano Nick Barclay, al que suplantaron la personalidad para decir que había aparecido.

La historia de Naika la interpreta en la serie la actriz Elena Rivera que incluso se parece físicamente a la adolescente berciana en la época de su desaparición, como se aprecia en las fotos.