Desamparo ciudadano

Las contradicciones en las normativas que se ponen en marcha desde cada institución, las contradicciones que también se pueden encontrar en cada institución y la guerra política dejan en un insólito segundo la esperanza en que sean o no efectivas

La sensación de ‘salvese quien pueda’ que tienen los ciudadanos crea una situación muy peligrosa
17/01/2021
 Actualizado a 17/01/2021
La única lectura positiva que se puede hacer del enfrentamiento entre la Junta de Castilla y León y el Gobierno central es que, a estas alturas, los ciudadanos ya saben que tienen que preocuparse de sí mismos. El espectáculo que están dando nuestras instituciones no sólo les resta crédito, sino que les deja en un lugar verdaderamente complicado de cara al futuro: son muchos los que, de esta situación, hacen la lectura de que, en lo que tiene que ver con la complicada gestión de la pandemia, no se puede hacer peor. Si quedaba alguna esperanza, las contradicciones entre una institución y otra, las contradicciones que también se pueden encontrar dentro de cada una de ellas, dejan al ciudadano con una sensación de absoluta indefensión, desamparo, un peligroso sálvase quien pueda que nos puede aportar muchos problemas en el futuro. Las sanciones que se puedan mover en ese tiempo ahora difuso entre las 20 y las 22 horas de los próximos días quedarán, casi con total seguridad, en un limbo legal que hace que se hable mucho de la batalla política, de cómo los intereses de partido están por encima de los intereses generales y dejan en un segundo plano, aunque resulta verdaderamente increíble a estas alturas de la película y con la tercera ola estallándonos en la cara, en un segundo plano si serán o no efectivas y se conseguirán contener los contagios.
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