Derecho al olvido

12/05/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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No hace mucho tiempo navegando por una de esas redes sociales de moda, esta me recordaba el cumpleaños y a la vez me invitaba a escribir en la página personal de un antiguo compañero de estudios fallecido no hace muchos años. El shock de ver la imagen de una persona que conociste llena de vida y que sabes fehacientemente que ya no está manejando su perfil, cuando menos te hace pensar. Nos estamos acostumbrando poco a poco a términos que se cuelan en nuestra vida sin esfuerzo, pero a la vez con tanto significado detrás, como el derecho al olvido, que nos permite limitar la información ofrecida por los buscadores de internet sobre nosotros cuando esta es obsoleta o no cumple unos requisitos mínimos. Ese nuevo logro social reconocido definitivamente por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea hace tan solo 3 años nos da otra prueba más de que es la tecnología la que cambia las leyes y no al revés, como sería deseable. Nombres de sangre azul han querido apostatar digitalmente en los últimos años, como la infanta Cristina que intenta ejercer este derecho para eliminar todo rastro de fechorías que manchan su nombre.

Hoy en día es difícil caer en la cuenta del rastro digital que vamos dejando en la vida diaria, parece que, aparte de la última generación analógica, que poco a poco nos vamos digitalizando, todos estamos vinculados a múltiples dispositivos que lanzan información sobre nuestras actividades. En el caso de los más jóvenes de la casa, la situación se vuelve en problema si no hay una gestión bien formada y responsable detrás, y las instituciones hacen bien en proporcionar esa formación o velar para que nuevas formas de acoso a través de la red sean localizadas antes de llegar a la población más vulnerable. Toda esa gestión se hace para nuestro país desde una parcela de la Lastra, donde el Incibe presta sus servicios, siendo una de las instituciones mejor valorada en España pero a la vez, parece que poco recordada por los leoneses.

Este instituto, uno de los anuncios estrella de Zapatero, y que ha tenido la suerte de interesar también al siguiente gobierno, no así la minería, da nivel a nuestra ciudad y la sitúa en el mapa de las nuevas tecnologías, donde instituciones como la universidad se aprovechan ampliamente de su existencia, un ejemplo que ojala cunda.

Finalmente, en cuanto a la página personal de mi amigo, o bien la familia no supo darle el descanso digital, o simplemente pretendió rendirle un bonito homenaje para que sus amigos recuperemos su recuerdo de forma periódica.
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