Deportiva 1 - Cartagena 0: 'Isi guía a la Deportiva hacia el ascenso'

Un golazo del extremo cuando más sufría la Ponferradina sentencia el pase de los bercianos a la final del 'playoff'

Alejandro Cardenal
15/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Son presiona al atacante del Cartagena. | FRANCISCO L. POZO
Son presiona al atacante del Cartagena. | FRANCISCO L. POZO
El ascenso está más cerca que nunca. La Deportiva, con más sufrimiento de lo que puede parecer, volvió a tumbar al Cartagena (1-0) y estará en la final del ‘playoff’.

Lo hizo gracias a una genialidad de Isi. El partido fue muy diferente al de la ida y pese al triunfo, durante muchos minutos el Cartagena fue superior, una superioridad a los puntos que no fue suficiente.

Bolo salió con el mismo once y la intención de repetir el planteamiento que tan buen resultado dio en Cartagonova: presión en campo rival, circulaciones rápidas y petróleo en cada balón parado.

Sin embargo, esta vez la Deportiva se encontró a un rival mucho más entero. Si a los de Gustavo Munúa les pasó factura recibir a los blanquiazules con la cabeza todavía en la gesta ante el Castilla, con la soga al cuello y la obligación hacer historia –remontar un 1-2 en un ‘playoff’ de ascenso a Segunda División B sigue siendo misión imposible– los albinegros, este sábado de naranja, mostraron su mejor cara y crearon más peligro en el primer cuarto de hora que en todo el partido de ida.

En una categoría donde los equipos brillan sobre las individudalidades, Isi volvió a ser decisivo La entrada de Fito Miranda, suplente el pasado domingo, le dio otro aire al ataque cartagenero, que ganó fluidez y dinamismo entre líneas. Si bien los visitantes merodearon el área de Manu García durante toda la primera mitad, la ocasión más clara la tuvo Moyita con el partido todavía en fase de tanteo. El interior se plantó mano a mano con el guardameta blanquiazul, que volvió a ser Supermanu y evitó un tanto que hubiera puesto el choque al rojo vivo demasiado pronto.

Y es que a la Deportiva el arranque del Cartagena pareció pillarse a pie cambiado y tardó en carburar, unas dudas que los de Munúa aprovecharon para venirse arriba. Ni el ‘KO’ de Santi Jara, que se marchaba lesionado en el ecuador del primer acto, amilanó a un equipo que no iba de farol cuando decía que creía en la remontada.

La salida de la estrella de la escuadra albinegra podía parecer una preocupación menos, pero los albinegros siguieron con el asedio y encerraron en su campo a una Ponferradina a la que no le quedó más remedio que agazaparse en busca de un contragolpe.

No fueron los mejores cuarenta y cinco minutos de la Deportiva, pero un par de chispazos bastaron para recordarle al Cartagena que el más mínimo error podía sentenciar la eliminatoria.

Los bercianos se agazaparon y se encomendaron a la magia y verticalidad de Isi a la contra. Cada vez que el de Cieza entró en juego, los cartageneros sufrieron. De las botas del ‘7’ blanquiazul nació todo el peligro local en un primer asalto que terminó justo cuando los de Jon Pérez Bolo empezaban a encontrar el camino hacia Joao Costa.

Con el paso de los minutos, los albinegros dejaron de creer en el milagro y el final del choque fue una fiesta El paso por vestuarios cortó en seco la mejoría y el segundo acto comenzó igual que el primero, con el Cartagena viviendo en campo contrario y amenazando tanto a balón parado como con las apariciones de Moyita y Miranda.

Pero ninguno es Isi. En una categoría en la que salvo contadas excepciones, los equipos brillan sobre las individualidades, el extremo volvió a demostrar que a día de hoy es el jugador más decisivo de toda la división de bronce. Cuando parecía que los visitantes rondaban el gol, el de Cieza estalló El Toralín con un zapatazo por la escuadra que permitía acariciar el pase con la yema de los dedos.

Quizá el único error de la Deportiva fue dar al Cartagena por muerto demasiado pronto. Con más de media hora por jugar, la grada adelantó la celebración, un exceso de confianza que Aketxe estuvo a punto de castigar con un lanzamiento de falta de libro que dejó temblando el larguero.

Ahí estuvo la última opción de remontada. Con el paso de los minutos los albinegros dejaron de creer en el milagro y en los últimos instantes la fiesta ya fue imparable. Solo queda un escalón para volver a la división de plata.
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