Concretamente, y según las quejas yfotografías remitidas a La Nueva Crónica, estos puntos de peligro se encuentran muy cerca de la localidad de La Pola de Gordón. Concretamente en las inmediaciones del río Bernesga, cerca de las depuradoras de la antigua fábrica de quesos Rofer, en la zona de pretratamiento de la nueva depuradora, y en los depósitos de sangre del matadero que «están destapados». El peligro está ahí, y por ello piden medidas al Ayuntamiento para subsanarlo. «No sabemos lo que medirán de profundos, pero por ahí cabe perfectamente un niño o puede tropezar alguien no tan niño, muchas de las arquetas están con ladrillo en muy malas condiciones». Sobre los depósitos de sangre del matadero, critican que a pesar de que las instalaciones no tengan actividad desde hace años «están abiertas de par en par, para que entre quien quiera». Asimismo, y sobre la existencia de estas arquetas abiertas en la nueva depuradora, critican la dejadez en unas instalaciones relativamente nuevas. El peligro está ahí, advierten, al tiempo que recuerdan que esta situación se comunicó a la Concejalía de Desarrollo y Medio Ambiente hace dos años.
El alcalde del municipio, Francisco Castañón, señaló que en la mayor parte de los casos como Rofer, la depuradora y el matadero «se trata de propiedades privadas, valladas y cerradas» por lo que la entrada a los recintos no es fortuita. En relación al resto de lugares, como es el caso de las inmediaciones del río Bernesga, pidió colaboración ciudadana «daremos una vuelta para localizarlos y, desde luego, si la población nos ayuda y nos dice dónde están, se hará lo necesario para evitar cualquier tipo de riesgo, nuestra obligación y deseo es solucionar cualquier tipo de problema lo antes posible».
Orden de sellado
La tragedia de Julen ha puesto sobre la mesa la necesidad de tomar medidas para evitar situaciones similares. Hace poco más de una semana, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) advertía de que la seguridad en pozos y sondeos, constituye una obligación «ineludible» de los propietarios o titulares de los mismos, apelando al «sentido común».A principios de febrero, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, ha informado de que su departamento destinó más de 100 millones de euros a la restauración de minas cerradas, pozos y sellado de escombreras en los últimos años, en el ámbito de las competencias regionales.
Como ejemplo, e la provincia de León, el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha enviado un escrito a los propietarios de pozos en desuso ubicados en fincas del municipio para que procedan a su sellado para garantizar la seguridad, especialmente en el caso de terrenos no están protegidos y son de fácil acceso, para así evitar posibles daños o accidentes, como el ocurrido en Málaga.