Denuncian a un grupo organizado dedicado a la caza furtiva en Babia y Luna

En la operación se han intervenido cuatro cabezas de rebeco, con varios precintos que no cumplían los requisitos legales

L.N.C.
06/11/2015
 Actualizado a 17/09/2019
La Guarcia Civil intervino cuatro cabezas de rebeco. | GUARDIA CIVIL
La Guarcia Civil intervino cuatro cabezas de rebeco. | GUARDIA CIVIL
Durante el transcurso de una operación contra la caza furtiva en las montañas de la comarca de Babia y Luna, realizada por el Seprona de la Guardia Civil de Villablino, se sorprendió a una persona efectuando la entrega de 4 cabezas de rebeco, con precintos que no cumplían los requisitos legales, a otra persona para su naturalización.

La operación “Torrevareto” comenzó en el mes de junio, al tener conocimiento a través de las juntas vecinales de que se podría estar realizando un aprovechamiento abusivo de las especies cinegéticas en los distintos cotos de la comarca, al no precintar las piezas de caza o al utilizar un mismo precinto para varios animales.

Una vez decomisados los rebecos se procedió a la identificación de los intervinientes en la trama de caza furtiva resultando implicadas 3 personas, una residente en Extremadura y dos en la comarca de Laciana.

El modus operandi del grupo organizado se estructuraba en tres fases, la primera consistente, por medio del arrendatario del aprovechamiento cinegético, a la venta de precintos (vía Internet) a cazadores que contrataban los servicios para el abatimiento de las piezas de caza. Posteriormente se depositaban en un lugar concreto, donde, se desplazaba en una segunda fase, un vecino de la comarca que se responsabilizaba de recoger los animales abatidos, retirarles los precintos para volver a ser utilizados y depositarlos en un congelador, donde finalmente, en una tercera fase y al contar con un número considerable de ejemplares abatidos, se informaba a la persona encargada de la naturalización,quien se desplazaba hasta un punto concertado para su recogida, posterior naturalización y entrega al cazador que inicialmente contrató sus servicios.

La investigación sigue abierta, no descartando la relación de más personas y el hallazgo de más animales.

Las denuncias y los efectos intervenidos han sido puestos a disposición de la Consejería de Medio Ambiente en Castilla y León.
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