Demasiados enemigos en el campo berciano

Por segundo año consecutivo, la campaña en el sector agrícola está marcada por los daños causados por las inclemencias metereológicas y plagas que también amenazan su futuro

A. Cardenal
26/08/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de unos viñedos pertenecientes a la DO Bierzo. | C.S. (ICAL)
Imagen de unos viñedos pertenecientes a la DO Bierzo. | C.S. (ICAL)
El declive de la minería y la industria energética han dejado un hueco difícil de rellenar en el Bierzo, que sigue reclamando una transición para sus municipios mineros y una oportunidad para volver a la senda del desarrollo y frenar así la despoblación y el éxodo de los más jóvenes, acelerado en los últimos años –en la última década la comarca ha perdido 10.000 habitantes, más que la población actual de Bembibre, su segundo municipio más habitado– y amenaza su futuro.

Una de las esperanzas del Bierzo pasa por la potenciación de uno de los sectores que más ha crecido, el agroalimentario. La comarca puede presumir de ser una de las regiones con mayor riqueza y sus productos son valorados tanto en el interior como en el exterior, donde cada vez son más los sellos, marcas de garantía e indicaciones protegidas que logran hacerse un hueco.

Así, justo cuando el campo berciano tenía la oportunidad de dar un salto con iniciativas como Bierzo HUB, que plantean inversiones millonarias en el sector desde la Junta, las inclemencias metereológicas y las plagas han frenado su crecimiento especialmente en los dos últimos años.

Si la pasada temporada estuvo muy condicionada por las heladas que ya bien entrada la primavera arruinaron cosechas enteras y provocaron pérdidas especialmente importantes en la manzana reineta y la pera conferencia, este año no ha sido el de la recuperación.

Las lluvias caídas durante las primeras semanas de verano –solo en el último sábado de junio se registraron más de veinte litros por metro cuadrado, más que la media de todo el mes de junio– iniciaron un verano ‘horribilis’ del que la comarca no levanta cabeza.

La primera ‘víctima’ fue la cereza. El Bierzo lleva ya varios años presumiendo de sus 6+1 sellos de calidad, ya que la cereza ya cuenta con el reconocimiento, pero se ha visto afectada por dos campañas con una producción drásticamente afectada por las adversidades metereológicas.

Este año apenas un millar de kilos han salido a la venta con esta distinción, una cifra escasísima teniendo en cuenta que en condiciones normales, la comarca puede llegar a producir hasta tres millones de cereza en una temporada.

En el caso de la uva, las lluvias favorecieron la proliferación de Mildiu y si el año pasado las heladas provocaron pérdidas que rondaron el 30%, a unas pocas semanas del inicio de una vendimia tardía, ya se prevé que habrá pérdidas.

A todo ello hay que sumar qu esta misma semana la Estación de Avisos del Bierzo alertó del riesgo de dos nuevas plagas: Barreno y polilla de racimo. En el primer caso, las larvas de este insecto entran en manzanas y peras y dañan el fruto desde el interior, mientras que el segundo es peligroso para los viñedos, ya que se alimenta de las bayas del racimo y pone los huevos sobre las ovas de las que nacen las larvas que posteriormente dañan el fruto y pudre las ramas.

También esta misma semana los apicultores han dado la voz de alarma y pedido medidas para que se frene el avance de la avispa asiática. Pese a que bomberos y personal sanitario quisieron calmar a la población y recordaron que la picadura de esta avispa solo puede llegar a ser letal para el ser humano en caso de ser alérgico o sufrir alguna enfermedad grave, el peligro para el sector agroalimentario es real.

Este insecto se alimenta de las abejas principalmente, por lo que es especialmente temida por los apicultores y ya ha causado graves daños en Galicia; pero también puede provocar daños a fruticultores y viticultores, ya que uvas, manzanas o peras también forman parte de la dieta habitual de este insecto.
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