Demasiado pedir

¿Qué tal si un día entraras en un museo y te encontraras un letrero de este tipo? ‘Soy tu Museo. Puedes mirar, tocar, jugar y experimentar con todo lo que hay aquí. Sé que lo harás con cuidado y respeto para que muchos más puedan disfrutar de mí, igual que vas a hacerlo tú. Puedes comer tu merienda o aperitivo y reposar en las salas habilitadas al efecto. Puedes fotografiar o grabar el vídeo todo mi contenido, porque es también tuyo, ya que sin ti, y otros tantos como tú, nada de esto sería posible. Gracias por venir a verme y bienvenido’.

En vez del más clásico y de común uso: ‘Prohibido tocar, cámaras vigilando’, ‘Prohibido hacer fotos y vídeos. Guarden silencio. Prohibido consumir comidas y bebidas’. Que sólo de ver tanto cartel rojo, ya da cosa entrar en el sitio.

¿Qué tal si un día entraras en un parque público y te recibiera un cartel que diga: ‘Este es tu parque. Puedes jugar al balón, patinar, andar en bici, sentarte en la hierba y subirte en los columpios, aunque ya hayas cumplido los 10 años, y pasear a tu perro, (porque para eso soy un parque y no un correccional). Sabemos que vas a respetar las zonas de paseo, reposo y juegos de las personas mayores y de los niños más pequeños, porque así tú y todo el mundo que lo desee podrá seguir usando y disfrutándolo por mucho tiempo. Diviértete’.

En vez del típico ‘Balones No, bicis No, perros No, mayores de 10 años en los columpios No y pisar el césped, No’.

Yo le pediría algo como lo primeroa los Reyes. Quizá sea demasiado pedir.