Delon y el Verano

En esta ocasión repasamos dos películas protagonizadas por Alain Delon y su particular debilidad con el cine estival

Ángel Suárez Corrons
14/07/2022
 Actualizado a 14/07/2022
Carteles de ‘Gran Jugada en la Costa Azul’ y  ‘La Piscina’
Carteles de ‘Gran Jugada en la Costa Azul’ y ‘La Piscina’

Algo tiene Alain Delon con el cine veraniego. Si el año pasado repasamos en esta misma sección la magnífica ‘A pleno sol’ (1960), en esta ocasión traemos dos películas no menos calientes del irrepetible actor.

Gran Jugada en la Costa Azul

 


Existe un género que los expertos llaman cine polar francés, un trasunto del cine negro americano al estilo galo. Polar no quiere decir en este caso que tenga nada que ver con los gélidos polos, sino que se trata de un apócope de policier (policiaco). Los críticos definen el cine polar por la adopción de la estética del cine negro americano pero alejándose del maniqueísmo y centrándose en personajes fatalistas con mayor profundidad psicológica. La descripción sería válida si asumiéramos que el cine negro americano es maniqueísta y que sus personajes son planos y carecen de fatalismo, lo que sólo puede sostenerse desde el más absoluto desconocimiento del género.

Uno de los principales exponentes de este género es la película veraniega de hoy, Gran jugada en la Costa Azul’, que nos llevará, de la mano de Jean Gabin y de Alain Delon, a dar un golpe en el Casino Palm Beach de Cannes.

Nos encantan las películas de grandes golpes y ladrones de guante blanco. Desde ‘Rififí’ (1955) hasta ‘La Pantera Rosa’ (1963), el subgénero está lleno de joyas. A los amantes del cine menos clásico les citaríamos ‘Alerta Roja’ (2021) o la saga de ‘Ocean’s Eleven’ (2001), aunque siempre preferiré el antecedente de ésta última, ‘La cuadrilla de los once’ (1960), con toda la Rat Pack –Frak Sinatra, Dean Matin, Sammy Davis y Peter Lawford– divirtiéndose dentro y fuera de la ficción en su propio coto de caza.

En la película que hoy nos ocupa se nos presenta a los personajes de Jean Gabin y de Alain Delon atrapados en el más puro neorrealismo de De Sica, pero su motivación es precisamente salir de él. Por eso planearán un atraco perfecto que nos sumirá un una tensión creciente a lo largo de todo el filme. Como en la mayor parte de este tipo de películas simpatizaremos con los atracadores. No se trata en esta ocasión de refinados ladrones de guante blanco, pero sí de gente que detesta la violencia, que sólo desea entrar por la puerta de atrás, sin hacer ruido, en un mundo de opulencia que no les pertenece, y quedarse en él para siempre.

La Piscina


Si mezclamos bajo el sol de la Costa Azul a Alain Delon, Romy Schneider y el guionista favorito de Luis Buñuel, es evidente que tendremos una película verdaderamente tórrida. ‘La piscina’ fue la película más taquillera de Alain Delon, y sigue siendo hoy día un filme de culto, especialmente en Francia, no sólo por razones puramente artísticas.

El filme nos presenta a Jean-Paul (Alain Delon) y Marianne (Romy Scheider) en una magnífica casa cercana a Saint-Tropez que unos amigos les han dejado para veranear. Alrededor de su piscina disfrutan de una relación que echa chispas, hasta la llegada de Harry (Maurice Ronet) y de su hija Penélope (Jane Birkin). Poco a poco descubriremos las entretelas de la antigua amistad entre los dos hombres y la relación que Harry había mantenido con Marianne. En un sorprendente punto de inflexión, el drama psicológico adquirirá tintes policiacos, aminorando la tensión erótica a medida que eleva el suspense.

La Piscina’ es una de esas películas que merecería la pena solamente por su estética. La belleza de los actores conjunta con los decorados, dotados de la mezcla perfecta entre clasicismo y modernidad. La fotografía de Jean Jacques Tarbès llena la pantalla del color y del brillo de la piscina más apetecible bajo los rayos del sol. Y la música, entre el jazz y el beat de los últimos 60, contribuye a darle personalidad al thriller. Gente guapa en lugares preciosos y en guateques irrepetibles. Un canto a la belleza en sí misma y una reflexión sobre las perversas dinámicas que su exceso puede generar.

Pero una vez que se conocen los entresijos del rodaje uno tiene la sensación de estar viendo una especie de reality show: es más que evidente la química entre Alain Delon y Romy Scheider, que habían mantenido una tormentosa relación. Por otra parte, los flirteos prohibidos que tienen lugar entre el protagonista y la hija de su amigo Harry tuvieron lugar en la vida real. Alain Delon se atrevió con la jovencísima Jane Birkin, lo que motivó que su marido, la estrella del pop francés Serge Gainsbourg, amenazara con dispararle. Por último, fue en pleno rodaje de ‘La Piscina’ cuando estalló el caso Marković. El cadáver de Stevan Marković, guardaespaldas de Delon, había aparecido en un basurero poco después de que dirigiera una carta a su hermano en la que escribió: «Si me matan, todo es por culpa de Alain Delon y de su padrino Francois Marcantoni». Por ello el actor estaba siendo investigado e interrogado en la vida real al mismo tiempo que interpretaba el papel de un hombre sobre el que también se cierra el cerco policial.
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