Del mínimo al casi máximo en un invierno

Los embalses de la provincia albergan ya más de un 80% de agua de su capacidad después de un año marcado por la sequía y la escasez de agua para el regadío

T. Giganto
10/04/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Estado actual del embalse de Riaño que ya cuenta con más del 80% de agua de su capacidad gracias a las intensas lluvias de las últimas semanas. | DAVID RUBIO
Estado actual del embalse de Riaño que ya cuenta con más del 80% de agua de su capacidad gracias a las intensas lluvias de las últimas semanas. | DAVID RUBIO
La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para los próximos días anuncia más lluvias. Y así ya van varias semanas en las que las precipitaciones han sido intensas y han contribuido a llenar las reservas de agua de la provincia de León. La situación contrasta con la vivida el año pasado. No caía ni una gota y al final de la campaña de riego los embalses leoneses quedaron en mínimos históricos. Los agricultores miraban entonces al invierno con la esperanza de que la nieve y la lluvia pudiesen devolver la normalidad a las reservas de agua para afrontar una nueva sementera sin restricciones en el regadío. Y tras meses de incertidumbre, miran ahora ya tranquilos a los embalses de la provincia que ya están por encima del 80 por ciento de su capacidad.

Es el caso de Riaño, el más grande de la provincia y de Castilla y León, que se encuentra al 80,8 por ciento, con 526,1 hectómetros cúbicos, cifras similares a la media de los últimos diez años, pero muy por encima de la registrada hace justo doce meses, cuando estaba al 60 por ciento. El del Porma está al 82,4 por ciento, 25 puntos porcentuales por encima del año pasado, y el de Barrios de Luna, al 87,2 por ciento, frente al 67,1 de abril de 2017, según datos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

El de Villameca, al 85 por ciento, ya está desembalsando agua y «de seguir a este ritmo de precipitaciones, pronto tendrán que hacerlo otros como Barrios de Luna», augura Matías Llorente, presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Porma. «Con todo lo que ha llovido y con la cantidad de agua que está entrando es posible que este año los embalses de León se llenen, con lo que sería un hecho histórico», destaca. «Esperemos ahora que la Confederación Hidrográfica del Duero esté alerta y que después de la sequía que hemos tenido no se produzcan avenidas; por lo que antes de llegar al punto crítico esperemos que tengan todo previsto y no vayan a desembalsar el Porma y Riaño para que todo el sur de León y la zona del Esla queden completamente inundados con la consiguiente pérdida que supone esto para el agricultor», incide Matías Llorente.

Con esta situación, que nada tiene que ver con la del pasado año, la CHD ya ha anunciado que se podrá afrontar una campaña de riego «con garantías». Así lo dijo el presidente de la CHD, Juan Ignacio Diego, en la reunión de la Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero en la que se han aprobado los volúmenes mínimos que tendrán que acumular los embalses el 30 de septiembre, fecha en la que está previsto que concluya la campaña de riego, que se estima que se desarrollará «en condiciones de práctica normalidad» dado que las circunstancias «no son malas». En este caso en Riaño deberán quedar para entonces 130 hectómetros cúbicos de agua, 60 en el embalse del Porma y 30 en Barrios de Luna. Esto frente a los 65, 45 y 15 que se fijaron el año pasado debido a las complicaciones provocadas por la sequía. Solo un invierno con precipitaciones generosas podía salvar la campaña de riego de este 2018, y tantas han sido las lluvias que ahora quizá, del lado contrario, León puede enfrentarse a otra situación histórica: la de llenar por completo sus reservas de agua. Y aún falta el deshielo.
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