Del martillo del pozo, al cincel del escultor

Ursi, el minero escultor, muestra una parte importante de su obra de temática minera en el que seguramente es el marco más apropiado para ella, una sala del Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero

Fulgencio Fernández
01/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
"He querido plasmar la dureza de la mina, hay que haber estado allí para conocerla", dijo Ursi. | MAURICIO PEÑA
"He querido plasmar la dureza de la mina, hay que haber estado allí para conocerla", dijo Ursi. | MAURICIO PEÑA
No parece que haya sala más apropiada para una exposición de Ursi, el minero escultor, que una del llamado popularmente Museo de la Minería de Sabero (MSM). No parece que haya muchas más ocasiones apropiadas para hacer justicia con un escultor que organizar una muestra de Ursi.

De la unión de ambas nace la muestra que puede visitarse en la actualidad en el MSM: ‘Ursi. Obras escultóricas de temática minera’. Merece la pena acercarse a este rincón que fue cuenca minera porque lo vuelve a parecer.

Ursi es Ursicinio Martínez Montiel, nacido en la cuenca minera palentina de Barruelo de Santullán, concretamente en la pequeña pedanía de Villabellaco, donde nació en 1932. Curiosamente de Barruelo es otro artista que también encontró en el MSM una ocasión como la que ahora vive Ursi, el recordado Brosio, curiosamente el pintor de los mineros.

Como tantas gentes en las cuencas mineras Ursi nació en una familia dedicada al campo y a la ganadería, por lo que su infancia y adolescencia discurre ayudando a la familia en los trabajos del campo. En este ambiente experimenta su primer contacto con la talla y el dibujo. Acostumbrado a trabajar la madera se entretiene reproduciendo objetos cotidianos con gran delicadeza. A los 12 años ya es capaz de reproducir, con materiales elementales, billetes de la época con gran realismo. Uno de esos trabajos se conservaen el Museo de la Policía en Ávila como pequeño tesoro gracias a su delicadeza.

Y después, también como tantos otros, aquel niño ganadero se hizo minero. Fue en 1953, con 21 años, cuando ingresó en las minas de Barruelo donde permanecerá cuatro años en Mina Petrita y otros dos en el Pozo Calero. Durante estos años se casa con Ángeles Fernández Vega.Ambos se trasladan a vivir a Barruelo donde nacerá su hija Estilita. Es en este pueblo donde talla su primera obra importante, un Cristo Crucificado que le avala para obtener una beca en la escuela de artes de Palencia.

Para poder compaginar su formación artística con el trabajo minero solicita ser trasladado de la mina a la fábrica de briquetas (aglomerados de carbón) que la empresa posee en Venta de Baños, por lo que puede acudir durante dos cursos a la escuela de artedirigida por Mariano Timón donde recibe lecciones de modelado y dibujo. Al ser rechazado para su ingreso en la academia de San Fernando en Madrid decide dar un cambio radical y en 1960 emigra a Sao Paulo en Brasil, donde permanece 11 años trabajandoprimero en un taller de imaginería, más tarde en una fábrica de máquinas para la industria del plástico y en los últimos ocho años creando su propia empresa en el sector.

Regresa a España, en 1971, y quiere ir a Barruelo nuevamente, pero se encuentra con que se están cerrando los últimos pozos mineros de la zona y el valle entra en una profunda crisis por lo que la familia decide que es más conveniente establecerse en Aguilar de Campoo, una población con mucha más vida a la que llega en 1973 para montar un pequeño establecimiento deperfumería y droguería situado en la plaza mayor que le permitirá la tranquilidad necesaria para retomar la obra artística, que abarca maquetas de edificios, grandes obras en madera de olmo, esculturas de tema minero, deportivo, etc.

Gran parte de su obra artística se desarrolla en sus años en Aguilar donde en 1985 instalará un taller en la calle de Bernardo del Carpio que le facilita acometer obras de mayor tamaño. En 1988 ya puede permitirse dedicarse por entero a la esculturay en 2001 inaugura un museo con gran parte de su obra en una casa que él mismo se encargó de rehabilitar junto a la puerta medieval de la Tobalina en pleno cascohistórico de Aguilar.

Su obra está esparcida por muchas plazas de la capital palentina, en el centro de interpretación de la Minería de Barruelo o en su museo que cada año reabre sus puertas al público contribuyen a que la figura de Ursi siga siendo un referente en el panorama cultural de la zona, incluso después de su fallecimiento, el 7 de enero de 2007.
Y ahora está presente en otra antigua cuenca minera, en Sabero, donde entienden perfectamente su obra y recuerdan las escenas que describe. Ursi fue minero, Ursi fue escultor, pero no fue un minero al uso, es lo que podríamos llamar un minero-mixto.

Ursi se inspira en lo más cercano y la mina estaba en sus recuerdos. Por eso en la muestra encontramos al picador, el entibador, el rampero,el vagonero o elbarrenista, esculpidos en unas posturas que el artista reproduce con precisión. Sus poses forzadas obligadas por los angostos espacios de la mina le sirven para mostrar un estilo propiobasado en la tensión de las formas y la representación de esfuerzos casi titánicos. Como Ursi bien expresa en una entrevista cuando le preguntaron sobre lo que quería destacar en su obra sobre los mineros: «la mina como un esfuerzo tan exagerado y tan ingrato. Para conocerla, hay que trabajar allí. Es todo sobrehumano».
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