Del infierno al cielo en un año

El pasado curso, la Deportiva era penúltima en la 16ª jornada con solo 13 puntos / Ya ha ganado los mismos partidos a domicilio que toda la temporada pasada

A. Cardenal
11/12/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Isi, durante el partido ante el Inter disputado el pasado domingo. | INTER DE MADRID
Isi, durante el partido ante el Inter disputado el pasado domingo. | INTER DE MADRID
La Deportiva ha vivido un cambio radical en un año. El conjunto berciano ha recuperado el liderato en esta 16ª jornada tras lograr su segunda victoria consecutiva ante el Internacional de Madrid en el Municipal Ángel Nieto, un feudo inexpugnable donde hasta la llegada de los blanquiazules ningún visitante había logrado sacar los tres puntos.
Superadas las dudas tras lograr solo una victoria en siete jornadas antes de los triunfos ante Valladolid B e Inter, el equipo berciano vuelve a estar en lo más alto de la tabla y afronta con optimismo e ilusión una temporada que está sirviendo para dejar atrás tres años de sinsabores.

Y es que a estas alturas del pasado curso, el futuro de la escuadra blanquiazules era negro. El equipo berciano terminaba la 16ª jornada en la penúltima posición con solo trece puntos tras caer goleado en su visita al Rápido de Bouzas (4-1) un partido con el que los de Carlos Terrazas tocaron fondo.

En nada se parecela Ponferradina de Bolo a la del pasado curso. Pese al ‘bache’ en los meses de octubre y noviembre, el equipo berciano se ha caracterizado por una fortaleza defensiva que el año pasado jamás mostró y es el segundo equipo que menos goles encaja de toda la Segunda División B solo superado por el Linense del Grupo IV, que ha encajado un gol menos (6) que los blanquiazules.

Así, en las cuatro últimas jornadas y pese a las bajas o las lesiones de Gianfranco Gazzaniga o Jon García, la Deportiva ha mantenido el buen tono defensivo y solo ha encajado un tanto, el que le costó el partido ante el Navalcarnero.

Resurgir a domicilio


La metamorfosis también se ha dejado notar a domicilio. En las últimas temporadas salir del Toralín era sinónimo de sufrimiento, una dinámica que este curso se está cambiando. De hecho, a falta de tres partidos para el final de la primera vuelta, la Ponferradina ya ha ganado los mismos partidos como visitante (3) que ganó la temporada pasada y también en la 2016/2017, donde los blanquiazules fueron incapaces de lograr un triunfo como visitante en toda la segunda vuelta.

Así, ante el Inter, en una superficie artificial que en los últimos años había causado verdaderos quebraderos de cabeza a los bercianos, la Ponferradina demostró que esta temporada toca aparcar el pasado y soñar a lo grande.
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