Del colegio al defensor del pueblo contra la publicidad de casas de apuestas

Los 45 alumnos de Sexto de Primaria del Colegio Valentín garcía Yebra han presentado su queja firmada, justificada en lo que ven cada día en los medios

Mar Iglesias
21/02/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Entrada del colegio en el que estudian los niños protagonistas de la misiva. | L.N.C.
Entrada del colegio en el que estudian los niños protagonistas de la misiva. | L.N.C.
Los 45 alumnos/as de 6º curso de Educación Primaria del CEIP Valentín García Yebra de Ponferrada, de entre 11 y 12 años, han remitido una queja al defensor del pueblo, Francisco Fernández Marugán, a través de su maestra Rosario López,en el que le presentan una queja sobre los «anuncios publicitarios que animan a la gente a jugar dinero», apuntan en su escrito.

Justifican su petición en que, en la materia de Sociales, en el apartado que trata de la publicidad y sus efectos en las actividades económicas «aprendimos que debemos diferenciar muy bien los modelos de publicidad a través de la búsqueda de información, trabajos…» y después de estas tareas aseguran que «no entendemos por qué se permiten anuncios que estimulen a las personas a que apuesten su dinero». Rechazan que se admitan esos mensajes «pues conocemos perfectamente que en nuestra sociedad hay un grave problema de ludopatía y que cada vez son más las personas jóvenes que se enganchan al juego». Por eso consideran en su misiva que «es vergonzoso que todo esto se haga por dinero, que no importe que la gente se quede en la calle o robe, mientras que los que se benefician viven rodeados de lujos».

«Pensamos que no es una buena publicidad», dicen e incluso aseguran que es difícil entender para ellos que estos anuncios se ofrezcan en horario infantil. Ven como una contradicción que en casa y en el colegio se les eduque para no consumir drogas ni tabaco, para que cuiden el medio ambiente y «nos parece muy triste que nos engañen utilizando a nuestros personajes favoritos y su imagen para tentar a la gente hacia el juego, incluso ofreciendo partidas gratis». Concienciados con los problemas para las familias por el juego «sumidas en el miedo y la tristeza» por esa causa, sienten que no es comprensible esa publicidad.

«Ojalá mucha gente protestara para que desaparecieran estos anuncios». Apuntan que «somos el futuro y necesitamos ir tranquilos hacia adelante y construir ese futuro con los valores que nos inculquen».Aunque finalizan su carta asumiendo que nada cambiará pese a su queja, sí destacan que «nos damos cuenta que nos engañan y obraremos en consecuencia de lo que nos enseñen».
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