Del campo a la grada

Los incidentes registrados entre los padres de los jugadores infantiles de La Morenica y León Club cumplen, punto por punto, lo que nunca hay que hacer

El hecho de que tres días después del partido los ánimos siguieran tan caldeados evidencia que ni unos ni otros tenían razón
24/03/2023
 Actualizado a 24/03/2023
Tres días después de que terminase el partido de categoría infantil entre el conjunto berciano de La Morenica y el León Club, que fue suspendido por el árbitro cuando estaba a punto de terminar porque el entrenador del conjunto ponferradino decidió que su equipo abandonase el campo y asumir la consiguiente sanción, la bronca entre los padres de uno y otro equipo seguía ayer, excesivamente subida de tono, aunque, a partir de la publicación en este periódico de la noticia que lo contaba, pareciera que toda la culpa fuese, como suele ser tristemente habitual, de los periodistas, que tuvimos que soportar, más que críticas, insultos y amenazas por hacer nuestro trabajo. El hecho de que tres días después del partido los ánimos siguieran tan caldeados evidencia que ni unos ni otros tenían razón y que, una vez más, la mayoría de los chavales tienen comportamientos muchos más ejemplares que algunos padres, que no parecen no darse cuenta del daño que hacen en primer lugar a sus propios hijos, que quizá es lo que más les debería preocupar, y en segundo lugar al fútbol en particular y al deporte en general, componiendo un manual que cumple exactamente, punto por punto, lo que nunca hay que hacer.
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