No hay dos cosas iguales. Ni siquiera los tópicos. «No es lo mismo» cantaba un cantante que ahora no recuerdo quién es y viajar a Google resulta cada día más pesado y cansino.
Hay tópicos de la Navidad que ya empiezan a sacar de quicio a mucha gente. Ya andan las brigadas municipales con las escaleras buscando acomodo para las luces que nos obligan a ser felices por decreto, por más que la crisis haya hecho que tengan alguna luz fundida pues usan el mismo texto –Felices fiestas– para la Navidad que para las patronales que para recibir a un indiano con la esperanza de que traiga perras frescas en el bolso.
Los grandes almacenes ya han quitado las calabazas de Halloween y han puesto los turrones, los reponedores ya buscan en los cajones las luces y los brillantes. En el puente que viene ya estarán encendidas las luces de la fachada... Todo fachada.
Pero también vuelven los calendarios solidarios, las galas benéficas, las recogidas de juguetes o víveres, los conciertos humanitarios...
Serán igual de tópicos, pero no me compares, bienvenidas sean estas ideas que al calor de unos días diferentes tapan algunos agujeros de asociaciones ejemplares que trabajan cada día para llegar donde no lo hacen quienes tendrían que hacerlo.
Dan ganas de decir «dejadnos solos».
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