Decomisan siete cornamentas de ciervo en actuaciones contra la caza furtiva en Zamora

Los trofeos se encontraban ocultos dentro de una nave de ovino de una localidad de la comarca zamorana de Tábara

Ical
04/11/2015
 Actualizado a 17/09/2019
Imagen de las cornamentas decomisadas. | GUARDIA CIVIL
Imagen de las cornamentas decomisadas. | GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil de Zamora decomisó siete trofeos de caza de ciervo macho que se encontraban ocultos dentro de una nave ganadera de la comarca de Tábara. El Instituto armado ha aumentado la vigilancia sobre los cotos que se puedan ver afectados por la caza ilegal o furtiva en la época de berrea; es decir, principalmente, cotos con planes que tienen autorizada la caza mayor, aunque también ser ven afectados, a su vez los terrenos cinegéticos colindantes, así como la Reserva Regional de Caza de Sierra de la Culebra, donde los cazadores legales e ilegales buscan los trofeos para poder abatir.

Como consecuencia de esa vigilancia, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil inspeccionó el pasado día 28 de octubre una nave ganadera de ovino de una localidad de la comarca de Tábara. Según informaron hoy fuentes de la Comandancia de Zamora, en el interior de dos instalaciones anexas a la nave principal, los agentes encontraron siete cabezas de ciervo macho cortadas y sin precintar. “Además, supuestamente, otras tres cabezas de ciervo macho, igualmente sin precintar, habían sido retiradas de ese lugar por parte de la persona presuntamente autora”, añadieron.

Las fuentes de la Guardia Civil señalaron que el coto “tenía concedida la cantidad de cuatro precintos para la caza mayor de ciervo macho”. Los cazadores cazaban “amparados por los precintos de caza mayor que poseía el coto pero, al no realizar el precinto de la pieza abatida, eran usados para seguir cazando más piezas de las estipuladas en las autorizaciones”, explicaron. De este modo, ninguno de los trofeos recuperados tenía colocado el precinto.

Las actuaciones llevadas a cabo por los agentes del Seprona corresponden a la vía administrativa, por lo que pusieron en conocimiento de la autoridad competente, la Junta de Castilla y León, mediante denuncia, las supuestas infracciones cometidas en materia de caza, entre otras, “por cazar más piezas que lo que permite el cupo de ese coto, no precintar las cabezas una vez abatido el animal” y decomisaron las piezas y los precintos sin usar que correspondían a ese coto. Los efectos incautados fueron entregados para su depósito al personal del Servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta en Zamora.

Los precintos son los “documentos que habilitan el transporte de un trofeo de caza mayor abatido legalmente, por lo que su colocación in situ, una vez que se ha dado muerte al animal, es demostrativa de que el cazador posee todos los requisitos necesarios para abatir la pieza en cuestión”, como recordaron las mismas fuentes. Este sistema de control regulado por la Orden MAM/829/2011 se establece para controlar la ejecución de los planes cinegéticos de los cotos de caza privados y federativos en la Comunidad de Castilla y León.
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