Declive público

01/09/2015
 Actualizado a 12/09/2019
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La política llevada a efecto en los últimos años por el gobierno ha puesto contra las cuerdas el funcionamiento de los Servicios Públicos. Los recortes llevados a efecto en el sector público han hecho que su funcionamiento se debilite de forma importante.

No cabe duda que los servicios públicos bien gestionados son garantía de transparencia, bienestar y funcionamiento. Pero cuando se le recorta su vía de abastecimiento a través de los presupuestos del estado u otras administraciones públicas de forma tan brutal como la efectuada en estos años, su funcionamiento se debilita de forma exponencial.

Concretamente en León este problema ha supuesto la pérdida de tres mil empleos en el sector público, en apartados tan importantes como sanidad y educación, entre otros. Así como se han reducido las partidas presupuestarias en mantenimiento, inversiones y en mejoras. Lo que evidencia un grave problema, que deriva en un peor funcionamiento y claramente en un peor servicio.

No seamos mal pensados, pero es que muchos ven en estas actuaciones una estrategia para deteriorar lo público con el objeto de buscar una excusa para una posible privatización de los servicios públicos, o como mínimo una privatización de su gestión. Y eso sí que sería una nefasta noticia, porque la garantía de la universalidad y la justicia está en los servicios públicos, no en el mundo de lo privado. El mundo de lo privado es la jungla en la que el que tiene dinero y poder tiene servicios, y el que no le toca mirar al sol y pasar miserias.

Como ejemplo de la tiranía de la gestión privada, podemos encontrarlo en los perjuicios sufridos por los ciudadanos de Burgos con la gestión de un Servicio Público tan esencial como es el Servicio Sanitario. Por el coste tan brutal que a mayores supone la gestión privada del Hospital Público de Burgos, y el perjuicio que supone para los ciudadanos, dado que esa forma de gestión repercute en recortes para los usuarios en sus prestaciones.
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