¿Declinamos un rato?

13/06/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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Ahí los tienes, dos leoneses contemplando el espectáculo, uno que desembalsamamos para un fin de semana de fiesta y otro que andaba por la calle avionando qué hacer y dijo, «¡coño!, el circo», pero no cualquiera, el romano, el de las películas que antes nos ponían en Semana Santa y ahora cualquier día, en cualquier canal, allá por las cinco de la mañana.

El leonés viejo, romano para entendernos, tiene un mosqueo considerable con el leonés nuevo, leonés para entendernos, porque cada vez que va a iniciar la conversación saca del bolso un aparato que llama móvil y se pone a escribir en él.

– Perdón, es un ‘wasap’.

Y al romano le dan ganas de desenfundar la espada y pensaba que en sus tiempos se era esclavo por nacimiento, de la escuela de que el que nace para martillo del cielo le caen los clavos, pero ahora nacen libres –o eso creen– y se van haciendo esclavos con el tiempo, lo que le extraña es que sea esclavo de una máquina que cada minuto pita y nadie se resiste a sus órdenes: «Perdón, es un wasap».

Y el ciudadano viejo buscaba en los escritos de Estrabón para entender los comportamientos de estos personajes de ahora. Nada que ver. Nada que entender. Y e quita aquel aparato a golpe de amenaza de espada y lo entiende todo. Bajo el epígrafe de ‘Exclusiva’ puede leer: «¿Cristina Pedroche se ha retocado el trasero?».

Lo siento. Os tengo que dejar. No me puedo quedar sólo con el titular y voy a viajar por las redes para saber la respuesta.

Cierto que el romano al vernos marchar corriendo se puso a declinar: «Alea jacta es». Cosas suyas.
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