Décimos 'a plazos' y con premio

Muchos de estos agraciados eran vecinos de la localidad de etnia gitana, que se fueron acumulando a las puertas de este bar para celebrar los 20.000 euros que tenía de premio cada décimo del 7.617

Cristina Centeno
22/12/2014
 Actualizado a 17/09/2019
Un grupo de agraciados lo celebran en las calles de Armunia. | MAURICIO PEÑA
Un grupo de agraciados lo celebran en las calles de Armunia. | MAURICIO PEÑA
El cuarto premio del sorteo extraordinaria de la Lotería de Navidad dejó un ‘pellizco’ de seis millones de euros en Armunia, una pedanía obrera y con falta de una noticia de estas características.

Cuando los afortunados se enteraron de esta «buenísima» noticia, fueron dirigiéndose hacia el bar de la residencia de mayores que repartió los décimos y se convirtió esta mañana en una auténtica fiesta.

Muchos de estos agraciados eran vecinos de la localidad de etnia gitana, quese fueron acumulando a las puertas de este bar para celebrar los 20.000 euros que tenía de premio cada décimo del 7.617. Un colectivo desfavorecido que, entre música, abrazos, bailes, palmas y gritos de «¡vivan los gitanos!», celebraron la gran noticia, pues muchos de ellos habían adquirido en el bar que regentan Jésica García y su marido el décimo premiado «a plazos», de dos o tres veces, por las dificultades económicas por las que atraviesan, por lo que estos 20.000 suponen un respiro para varios vecinos de uno de los barrios más deprimidos de la capital.

Enrique Vargas fue uno de estos gitanos afortunados, llevaba un décimo y ya pensaba en repartirlo. «Una parte irá para mi cuñado», confirmó, mientras su hijo, con otro boleto de 20.000 euros, le abrazaba. A ellos se unió su esposa, «es el calvo de la Lotería», dijo, refiriéndose al hijo de Enrique, entre saltos de alegría.

A otros vecinos de este colectivo también les sonrió la suerte. Los 20.000 euros irán para «tapar agujeros», aunque también se darán algún capricho de cara a estas navidades. Mientras corría la noticia por la localidad, el goteo de personas era constante y los abrazos y las muestras de alegría y felicidad se repetían continuamente. Dentro del centro geriátrico, entre los trabajadores, residentes y familiares de los ancianos, también corría la buena noticia entre la incredulidad, lágrimas de alegría y abrazos que reflejaban la necesidad de este dinero entre los agraciados.

La celebración continuó en el bar. Jésica García repartió champán entre los afortunados,que se juntaron, minutos después, para celebrar juntos y brindar por una gran noticia que da un respiro a muchas personas de la localidad con serias dificultades económicas y que, hoy, viven con un poco más de calma.
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