De senderos a caminos: Lo que queda por descubrir

Tras varios meses recorriendo los senderos literarios primero y artísticos después (en lo que a artes plásticas se refiere), con cerca de una cincuentena de mujeres ligadas a nuestra provincia sobre las que hemos lanzado una mirada inicial que nos ha permitido un pequeño y primer acercamiento a las mismas, creo que estamos en condiciones de asegurar que en León contamos con una amplia y estupenda representación de mujeres que conforman un panorama de variado y de calidad dentro del mundo del Arte. Ese acercamiento nos ha llevado a descubrir las distintas perspectivas con las que participan en ese campo que, tanto ellas como ellos, en muchos casos querrían que conformase su todo profesional, aquello a lo que se dedican para conseguir su sustento, porque es lo que más y mejor saben hacer, un aspecto que si ya es difícil de conseguir en general en el caso de las mujeres lo es aún más a pesar de que algunas consideren no haberse sentido especialmente discriminadas en su hacer.
Estas creadoras a las que semana tras semana nos vamos acercando llevan a cabo su trabajo artístico desde diferentes puntos de nuestra geografía y están presentes en todas las generaciones; nos hemos acercado incluso a alguna tan joven que, a pesar de su proyección e interés, aún no tiene claro si seguir ese camino artístico para el que se encuentra dotada. Y es que el mundo del arte es especialmente duro si se quiere ejercer profesionalmente, siempre lo ha sido y mucho nos tememos que así va a continuar si la sociedad en que vivimos (una sociedad que no valora lo que de especial y único hay detrás de cada obra de arte, por pequeña y humilde que resulte) no lo remedia.

Para apreciar el arte hay, si duda, que conocerlo, hay que llegar a él, sentirlo y disfrutarlo y si las obras de quienes lo realizan no llegan de alguna forma a nosotros, esa apreciación será imposible. De ahí las exposiciones, los eventos culturales, secciones como esta que nos ocupa, para dar a conocer obras y sobre todo a quienes están detrás de ellas, en este caso las artistas. A estas alturas de la vida deberíamos tener claro que en el mundo del Arte lo que ha de primar es la calidad de la obra, por encima de si está realizada por un hombre o una mujer, de cuál sea su ideología política, de los rasgos de su propia personalidad, porque si bien es cierto que son circunstancias que en un momento determinado pueden influir en algunos aspectos de la misma (más en el conceptual que en el formal) en lo que no influye es en su calidad si la obra está llamada a tenerla. Y si bien es cierto que muchas de las artistas que han pasado por esta sección consideran no haberse visto discriminadas para su práctica, la mayoría de ellas si han observado discriminaciones o mayores dificultades a la hora de mostrar su trabajo en lo público. Y es que las mujeres crean, mucho y bien, pero la fase pública necesaria para dar a conocer su obra, en líneas generales, les lleva más esfuerzo que a sus compañeros hombres, quizá porque esa parte de marketing, de tiempo para las estrategias comerciales, contactando con instituciones, gestores culturales, y otros mediadores entre la obra y el espectador, de «tener que estar», de dejarse ver, es una situación que exige un tiempo y una desconexión mental de las pequeñas pero importantes preocupaciones del día a día que las mujeres, en líneas generales, no suelen (o no pueden) permitirse, la mayor parte de las veces por esa presión social que la herencia cultural –totalmente marcada por lo patriarcal- ha venido ejerciendo por siglos sobre nosotras. Yo misma he podido comprobarlo desde mi propia experiencia como gestora y animadora cultural, teniendo durante un tiempo importante la posibilidad de organizar exposiciones, programación teatral, propuestas literarias,…, unos espacios y unos tiempos mucho más solicitados por hombres y por mujeres y que en ocasiones me ha sido difícil equilibrar. Por eso mi empeño en mantener una sección como esta, porque ellas también están ahí, y cuando no llegan hay que ir a buscarlas, ya que también tienen mucho y bueno que ofrecer.

Hoy sabemos que la mujer ha tenido presencia activa en el arte desde los más remotos tiempos, presencia que podría servirnos para afrontar con la cabeza bien alta los nuevos caminos de la creación; pero nos han robado los modelos; nos las han robado para que no las conozcamos, ni a ellas, ni su trabajo, sus logros o el mensaje artístico que sin duda encontraríamos en las mismas. Y León no es ajeno a esa realidad y si no ahí están artistas como Castorina, como Petra Hernández, como Herminia de Lucas, algunas de las cuales ya se nos han ido pasándonos casi desapercibidas. Y si dicha terna está referida a lo pictórico y lo escultórico, ahí también otras mujeres que lo han dado todo y lo siguen dando también en el campo de lo escénico, de lo musical, …, de las que su buen hacer es más reconocido fuera que dentro de nuestra provincia. Ellas son un valor añadido a nuestra provincia y un modelo para aquellas de nuestras jóvenes que quieren indagar otros campos profesionales y artísticos. Forman parte de nuestra historia, de nuestro presente y son nuestro futuro. Han tenido y tendrán mayor o menor fortuna; pero merecen su espacio y nuestro reconocimiento, al menos un poquito. Secciones como ésta tienen como objetivo primordial contribuir, aunque sea modestamente, a equilibrar su presencia pública, sus oportunidades para que se las conozca y se valore su obra, porque «estar» ya están ahí y sus creaciones, cuando se logra acceder a ellas y conocerlas de primera mano, hablan por ellas. Desde esta sección procuraré acercarles algunas pinceladas sobre sus personalidades y sus obras; el resto de los pasos, seguir profundizando para conocerlas mejor, en función de sus afinidades y de sus preferencias dentro de cada una de las artes, de cada uno de los estilos en los que podemos encontrarlas, ya será tarea de cada cual. Les animo a hacerlo y a disfrutar con ello.