De niña con cáncer a niña de cuento

Valeria, la niña leonesa con leucemia cuyo abuelo (Corco) protagonizó una recordada campaña para lograr médula para un trasplante, sigue su vida con total normalidad y es la protagonista de un cuento ‘motivador’ para otros niños con cáncer

Fulgencio Fernández
19/02/2023
 Actualizado a 19/02/2023
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"Un once de noviembre del año 2014 llega a este nuestro mundo Valeria. Una niña de tez blanca, ojos claros como del cielo y con una sonrisa radiante. Ella llega de diferente manera que otros niños, traía consigo una mochila. Gran parte de esta mochila en su interior traía la leucemia, una enfermedad.(…) Así pues Valeria empieza en este nuestro mundo en un hospital que sería como su casa. Ella observaba todo lo que pasaba a su alrededor, sacarle sangre, ponerle el gotero, no podía abrazar a sus padres. Vivía como en una burbuja". Así comienza un cuento titulado ‘La mochila de Valeria’, de la ovetense Natalia Sánchez Santa Bárbara y con ilustraciones de Toño Velasco.

Es un cuento publicado con fines solidarios, para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, la enfermedad que padece su niña que protagoniza la historia (leucemia). Y Valeria, la protagonista que inspira la narración es ‘nuestra’ niña Valeria, Valeria Vilar Díez, la niña asturiana hija de leonesa, nieta del conocido cantante leonés Corco y a la que con tan solo un año diagnosticaron leucemia. "Sus padres no entendían qué pasaba", dice el cuento, pero sabían que tenían que luchar, ellos comenzaron en las redes sociales y el abuelo Corco en todos los frentes: un amigo le compuso una canción, él la cantóy Mures la programó una y otra vez en la radio con un anunció de donación de médula. Organizó una carrera solidaria en Matallana de evidente éxito. Reventó su furgoneta yendo cada día a Oviedo después de trabajar para ver a la niña. "Al ángel", repetía Corco...

Natalia Sánchez Santa Bárbara, deportista de elite además de escritora, dibuja en unas líneas aquella historia de duros comienzos: "Así pues Valeria empieza en este nuestro mundo en un hospital que sería como su casa. Ella observaba todo lo que pasaba a su alrededor, sacarle sangre, ponerle el gotero, no podía abrazar a sus padres. Vivía como en una burbuja. (…) Una canción sonó de lejos, la canción de su abuelo y su tía. Y ahí, al lado suyo vio como el gotero la cantaba suavemente".

’La mochila de Valeria’ es la historia de la niña, parte de su vida, de sus vivencias; pero también es una esperanza para todos, para otros niños enfermos, para sus familiasA raíz de esa canción, de la entrega de la familia, comienzan a aparecer noticias esperanzadoras en el horizonte, como recoge ‘La mochila de Valeria’: "En Alemania aparece una persona que podía curar a Valeria. Una vez cada diez años el alma de una estrella baja a este mundo para enseñarnos algo". Y esa médula compatible que llegó de Alemania le ofreció una nueva vida a la niña, que pudo salir de su burbuja e iniciar una nueva vida.

Fue una historia con final feliz y ése es uno de los motivos que llevó a la autora asturiana a escribir en cuento: "Hacen falta historias con final feliz", decía en la presentación del cuento con fines solidarios pues todo lo recaudado ira a parar a la Asociación Galbán de familia de niños con cáncer. "Este cuento es la historia de Valeria, parte de su vida, de sus vivencias, pero también esuna esperanza para todos, para los niños enfermos, para las familias y para la sociedad", abundó la escritora, que también es concejal en el Ayuntamiento de Oviedo.

Pero el momento más emotivo de la presentación fue el de la presencia de Valeria, que ya tiene ocho años, prepara su Primera Comunión y es una niña despierta, simpática y todo lo madura que es quien ha superado un trance tan duro en una batalla que comenzó a librar con tan solo un año: "Sé que este cuento se ha escrito por lo que me pasó", dijo la niña con timidez, tal vez abrumada por el auditorio lleno que escuchaba emocionado sus palabras.

Después Valeria también estuvo presente en otros actos, como una carrera solidaria, otras presentaciones del cuento... pues es consciente, pese a sus ocho años, de que ahora su compromiso es con otros enfermos, con otros niños que puedan estar en la situación que ella superó, con sus familias. Y contando con el apoyo de la suya, de sus padres, y ese abuelo Corco al que el trance de la niña cambió su vida, primero para el dolor y después para bien. Es lo que tienen los finales felices.

Mientras tanto, en León, han tapado el mural que recordaba la lucha de Valeria y los suyos por la vida.

Borraron su mural


En los últimos días ha desaparecido el mural de dadospuntocero que pedía ‘Una médula para Valeria. Médula para todos’. No solo se borra el símbolo de una lucha y una invitación a la solidaridad también una obra de arte de uno de los grafiteros más importantes del país, David Esteban. La familia de Valeria nada sabe de los motivos, ni se lo han comunicado.
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