De leoneses, loterías y versos

No seré yo quien se ponga a repartir carnets de leonés, pero hay muchas formas distintas de sentir y representar a nuestra tierra.

Se ve en la política, donde hay quien se ha presentado para ser votado para los leoneses pero ya luego lo de representarles lo deja para otro, que centrarse en lo nacional da mucho más rédito que pelear por esta tierra olvidada.

Se observa en el deporte, donde por la Cultural ha pasado gente de la tierra que reclamaba un trato especial por ser de aquí, aunque luego no fuera recíproco y trataran al club como uno igual que otro a la hora de tomar sus decisiones.

Y también queda muy reflejado en esos personajes públicos, del mundo de la cultura o el espectáculo, donde los halagos y apoyos van en función de quién les pague. No es precisamente el caso de Dani Martínez, uno de esos que de verdad ves presumir orgulloso de su origen y sacarlo a relucir prácticamente en cada ocasión que se le presenta, mereciendo como pocos ese nombramiento de ‘hijo predilecto’ que recibió ayer.

Un reconocimiento justo como pocos al que sólo le faltó no coincidir con ese sorteo de la Lotería de Navidad que lo eclipsa todo. Como no soy de comprar décimos, pues aplico el ‘impuesto de la envidia’ sólo al del periódico, asumo que no me puedo quejar de que no me toque. Al menos me alegro de que algo importante haya caído en la provincia, que parece que la ‘bolita’ sólo saca el nombre de León cuando lo que hay en juego es un pantano que ofrezca agua a otras provincias mientras perjudica a los agraciados de la zona u otro parque eólico que se cargue nuestras montañas sin dejar ningún beneficio real en ellas.

Es una manera genial de empezar la Navidad. Esa que, hace diez años, decidí celebrar con la brillante idea de hacer en verso una opinión sobre el deporte leonés. Como yo no recuerdo ninguna de sus estrofas, pero el que en ese momento era jefe de Deportes de la Crónica, César Buitrón, me sigue increpando por ella cada vez que llegan estas fechas navideñas (yo creo que se la aprendió), llegué a las 8 sin saber de qué opinar pero sí de qué no hacerlo.En su conciencia está haber podido coartar el nacimiento de un poeta.