De las palabras a los hechos

León está de estreno. José Antonio Diez se convirtió ayer en el noveno alcalde de la capital en el periodo democrático y logró así recuperar el gobierno municipal para el PSOE después de ocho años. No lo tiene fácil. Con solo diez concejales –a los que se puede sumar el de Podemos–, será necesario un diálogo constante con el resto de los grupos a la hora de gestionar la ciudad. Y así lo admitió el propio regidor en su primer discurso tras la toma de posesión. Diálogo y entendimiento son palabras habituales en este tipo de intervenciones con independencia de lo que ocurra a partir del día siguiente, pero en este caso no puede ser así, puesto que será fundamental pasar a los hechos si de verdad se quieren cambiar o mejorar las cosas en esta ciudad. Y también ocurre algo parecido en la oposición. En este caso, las palabras de los discursos suelen ser crítica y responsabilidad, pero muchas veces se pronuncian con independencia de lo que ocurra a partir del día siguiente. También ellos deben pasar a los hechos y trabajar realmente en beneficio de la ciudad. Porque hay proyectos que ni unos ni otros han acabado de impulsar o cuya finalización está en el alero. Quizá lo consigan si de verdad trabajan juntos a la hora de alcanzar objetivos comunes. Aunque solo sean tres o cuatro, como Feve, San Marcos o el Emperador. Pero que no veamos a unos disculpando lo que antes exigían y a otros exigiendo lo que antes disculpaban, que veamos que de los discursos de ayer pasan a los hechos de mañana por el bien de la ciudad.