De la honrada Mesta al GPS

La Junta y el Miteco trabajan ya en la Red General de Vías Pecuarias, abierta y que se trasladará al Catastro y Registro de la Propiedad

L.N.C.
23/08/2020
 Actualizado a 23/08/2020
Las vías pecuarias cuentan con miles de kilómetros en la provincia leonesa. | MAURIO PEÑA
Las vías pecuarias cuentan con miles de kilómetros en la provincia leonesa. | MAURIO PEÑA
En estos días en los que las merinas vuelven a las fotografías de los diarios y a los telediarios regresan también los estudios sobre la importancia histórica de la actividad pecuaria y la relevancia que ha tenido durante siglos para la vertebración del territorio, con miles de kilómetros de vías también en la provincia.

En este contexto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en el marco del desarrollo del Banco de datos de la Naturaleza, planteó a las comunidades autónomas el año pasado la necesidad de contar una capa cartográfica que recogiera la Red General de Vías Pecuarias del Estado. Estos trabajos se realizan en paralelo con los que, dos años atrás, la Junta de Castilla y León presentó para el establecimiento de la Red Nacional de Vías Pecuarias, cuya creación prevé la propia Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias.

La Red General de Vías Pecuarias se plasmará en la obtención de una capa cartográfica que, utilizando las modernas tecnologías de Sistemas de Información Geográfica (SIG), podrá ser consultada, una vez ultimada, por los ciudadanos además de por las Administraciones. La Junta pretende que el trabajo que supone para los técnicos Sigmena representar gráficamente los más de 32.000 kilómetros de vías pecuarias que aporta Castilla y León al montante nacional, no sólo sirva para su consulta, sino que además se traslade al Catastro y al Registro de la Propiedad, para que estos bienes públicos se recojan de la manera más fidedigna posible en estos registros.

Esto no solo supondría su mejor definición y defensa, sino también, la de las fincas limítrofes con vías pecuarias. Por cada kilómetro de vía pecuaria, se estima que hay 20 colindancias, lo que equivale a más de 600.000 parcelas en Castilla y León.

Próximo paso: la Red Nacional


Por otra parte, la Junta ha efectuado ya su propuesta al Ministerio para la inclusión en la Red Nacional de Vías Pecuarias, prevista por la Ley, de los trazados de las cañadas reales que atraviesan el territorio de la Comunidad. En esta red, que constituye una parte de las vías pecuariasde la Red General, se integran aquellas cuyo itinerario discurre entre dos o más Comunidades Autónomas, así como las que sirven de enlace para los desplazamientos ganaderos de carácter interfronterizo.

La previsión es dotar a las vías que constituyen esta red de una mayor protección y atención por parte de los organismos competentes. El Ministerio, con las aportaciones de la Junta de Castilla y León y de otras administraciones autonómicas, está trabajando en la norma destinada a identificar las vías pecuarias de la Red Nacional y a garantizar su protección y una gestión racional.

¿Qué supone para el ciudadano?


Las vías pecuarias existen desde tiempo inmemorial en los países mediterráneos y en las islas británicas como medios para desplazar el ganado a los lugares más favorables en función del clima y la disponibilidad de pastos a lo largo de los cambios estacionales. Pero donde tuvieron una importancia capital, que llegó a determinar el día a día de sus gentes durante cientos de años, fue en España. Los primeros documentos que hablan de la existencia del Honrado Concejo de la Mesta datan de 1.273 y atribuyen a Alfonso X su creación. Hasta mediados del siglo XIX, cuando la ganadería trashumante, que ya se encontraba muy restringida en relación a la Edad Media, entró en franca recesión, llegó al punto de haber desaparecido prácticamente.

Eso no significa que los itinerarios utilizados por la ganadería trashumante se perdieran. Ya a finales del siglo XIX, las vías pecuarias dejaron de ser servidumbres para declararse en su conjunto bienes públicos, destinados a prestar un servicio público y contando para ello con prerrogativas que han buscado su permanencia y defensa frente al intrusismo que siempre han padecido.

Sin embargo, hoy en día, una vía pecuaria sigue sin ser, en la inmensa mayoría de los casos, un camino marcado de manera clara e inequívoca sobre el terreno. Para ello, las tecnologías actuales nos permiten, mediante un trabajo técnico riguroso, conocer a través de Internet «si una finca linda o no con la cañada, si la caseta con el motor de riego está intrusando el descansadero o si la casa que voy a comprar y que se construyó hace 40 años, va a dar problemas al escriturarla o al pedir licencia para las obras que me gustaría hacer», explican desde la Junta. En este sentido, una vez ultimados los trabajos, la Junta permitirá el acceso a la capa cartográfica de la Red General de Vías Pecuarias en la Comunidad, de tal forma que, sin llegar a ser una fuente definitiva, podamos hacernos una idea aproximada de cuáles son las vías pecuarias en nuestro territorio y por dónde discurren.
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