De la China para la China, pasando por Canadá

José María Mayo Arias
13/04/2020
 Actualizado a 13/04/2020
Estamospasando por una etapade nuestra vidaque nuncanoshubiéramos imaginado. Y además, de golpe, casi sin avisar. Pienso que,pasadas la Gripedel 18, las dos Guerras mundiales y nuestra GuerraCivil, considerábamos queyaestábamos vacunados para contingencias de estanaturaleza. Estoa nosotros, civilizados europeos, nonospodía pasar.Pues aquí estamos y estonos está pasando.

No se sabe exactamente, pero parece lo más probable que el origen de toda esta historia tienelugaren China, concretamente en la provincia de Hubeiy en especialen la ciudad de Wuhan.Ellos lo hansufrido en primera personay todavíasiguen estando sujetos a bastantes restricciones. Esto, piensan, no ha terminado aúny yase estánpreparando parauna próxima segundaonda.

Y, obviamente, cómo en lo comercial China es el centro del mundo y vendesus productos a todoslos países habidos y por haber, este virusque nos afecta, también, ha pasadoa formar parte de sus "exportaciones". Sin malaintención, porsupuesto, peronos lo han enviado. Y aquí está.

Y ahoratenemos quecombatirlo paraquitárnoslo deencima. Nosabemos muybien cómo, porque ni nosotros ni nadietieneexperiencia. Pero lo que si nos aconsejan es que tenemosqueestar separadosfísicamente,quedebemosusar mascarillas,quelos sanitarios tienenqueprotegerse a tope(?)y quea losinternados hayqueaplicarles respiradores y no sé cuántos aparatos más.Pues manosa la obra, si es que podemos y sabemos.

Y aquí llegala grandecepción. No es precisoseñalarque es lo que está pasando ya que todosy cadaunosabemos, aproximadamente, de qué va todaestatriste historia. Pero lo quesi pareceestarclaroes quenonoshemospreparado convenientemente.Estás cosas, decíamosal principio, son historias de chinos. Pasadosunosdías el problema se nosacercabay, porseñalara alguien, yalo teníamos en Italia. iEstositalianos! iQué cosasles pasan! Buenopuesyaestáaquíy, desafortunadamente, paraquedarse una temporada.

Pero esto no es todo.Ahoraresulta que nos damoscuentaque no tenemos de casi nada paraatajar primariamente el problema. O, al menos, quenotenemos losuficiente. Y corriendo y deprisanos ponemos a conseguirlo. ¿y quiénes quiéntienede todoeso que noshacefalta? Puesquién vaser, China.iCómo vamos nosotrosafabricaresas nimiedades!Esoque lofabriquenloschinos. Y,evidentemente,ahora surgenlos problemas. ¿compramos juntos o cadaunocompra losuyo?Losoportunistas, como siempre, aparecen. Y adquirimos productos defectuosos o no lo suficientemente válidos. Otenemosqueesperardíasydíaspara quenoslleguen. Nohay niparalo más imprescindible. Pero nos han dicho que "yalos hemoscomprado" y con ello esperan que los efectosya empiecen a dar resultados inmediatamente. Pero las cifrascantan, incluso las que nos dan comooficiales. Un desastre. Lo ciertoes que el problema nace en China y la solución, al menosinicialmente, está también en China.Cosas del destino.

Y yatenemos losfallecidos entrenosotros. Y quéhacemos, al menosaquíen nuestro León.Enterrarlosoincinerarlosdeaquella manerainimaginable.iSisupiéramosla verdad ...! Eso sí, desdelos "mecanismos hospitalarios", invocando nosé quéprecepto legal,sepretende teledirigiralasfamilias haciaunasolaempresa, concretamente Serfunle. Los números estánahí y es muyfácil contrastarlos. El restode empresas, por cierto, leonesas100%,no existimos y, porloqueparece, nodebemos tener medios suficientes parahacerfrente a lasituación. SoloSerfunle tieneincineradores ysolo Serfunle tienetodolosuficiente: personal, vehículos, etc.Ellos solos, pueden hacerlo todocon garantía. Los demássobramos. No debemos tenerni el "know how" suficiente, nilas"patentesinternacionales" quenosavalen para inhumar anuestrospropios difuntos. Quéimporta loquetengan quepasarlasfamilias, lascolas,lasesperas, la atención, etc.

Y claro,Serfunle es unasociedadsemipública. El 49%de su capitales canadiense, lo quenoesobstáculo paraquelamayor parte desusdineros sevayan paraelpaís americano, concretamente paralos profesores de la provincia de Ontario, con el objeto de proteger sus pensiones de jubilación. Es lo pactado.

Pues bien.La Chinanosenvíael virus. La Chinanosvende,pagando, loselementos precisos para atacarlo. Hacemosfrentea las facturas de los entierros cuyo mayor importe se va para Canadá.Y me pregunto: en todaesta triste historia, los leoneses, ademásde dineroque comoobservamos se va en granparte parael exterior ¿qué ponemos? Sólo los afectados y los fallecidos. Esos si son nuestros. El restose lo llevan los extranjeros, eso sí, con nuestra colaboración.

José María MayoArias es administradorúnico de Funerarias Leonesas, S.A.
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