De Festivales, fobias y sueños

Cuentan, que entre las fobias de D. Manuel de Falla, se encontraba la aversión al polvo y la obsesión por la higiene, lo que le llevaba a lavarse continuamente las manos con jabón de glicerina para posteriormente friccionárselas severamente con alcohol. Tal costumbre le provocó una dermatitis crónica.

Me pregunto cómo habría llevado esto de la pandemia y el goce que le habría reportado tanto gel hidroalcohólico por peteneras, tanta pulcritud ‘ad libitum’, tanto embozo ‘in crescendo’.

Paradojas del destino que el esquivo e impoluto compositor gaditano, acabara estampado, allá por los sesenta, en los billetes de 100 pesetas, en perenne manoseo, haciéndole el juego al vil metal.

Le hemos recordado en la inauguración del Festival de Música Española de León el pasado lunes donde escuchamos a la Orquesta Sinfónica Iberia dirigida por el carismático José Luis Temes. Este, en un momento del evento se dirigió al público para elogiar el acierto en la arriesgada elección del programa del Festival. En efecto, escuchar prácticamente completa la obra de Rosa García Ascot, fue un privilegio inédito. Ella fue la única discípula a la que Falla aceptó instruir en el divino arte musical en un momento donde ser mujer no era una ventaja, quizá, porque ambos, miembros de la generación musical del 27, compartieran amistad entre otros, con Lorca.

Temes, reivindicó también la supervivencia del Festival y sobre todo esa apuesta por lo no convencional. Hay vida más allá de Brahms o Mahler.

Memorable la magnífica obra de estreno, encargo del Festival, ‘Sueños irreales para orquesta’ del músico leonés Julio Aller, que recibió una merecidísima gran ovación por parte del público, una obra compuesta de varios movimientos que mezclan colores. Curioso título para una obra leonesa.

Y esta semana he venido repleta de buenas noticias para el Reino: la promesa de 7 proyectos del Plan Futur-e de Endesa para Compostilla que, dicen, generarán 160 nuevos empleos con 260 millones de inversión. El anuncio de que HP traslada de la India de las mil y unas noches a León, la producción de impresoras de gran formato; ello generará 30 empleos que pueden aumentar si prospera el negocio. El anuncio de que ‘McDonalds’ abre el nuevo centro comercial ‘Reino de León’ con la creación de 32 puestos de trabajo.

Esperemos que no se descuelgue alguna nota de tanta marcha triunfal, que los sueños imposibles que evocara la partitura de Julio Aller se tornen certeros y que el asunto no acabe como ‘la Atlántida’, esa cantata inconclusa en la que tanto se esmeró Falla y que su querido discípulo, Hernesto Halffter, hubo de concluir.