De camarera en Ponferrada a vicepresidenta con un curso

"Hasta hace poco más de un mes todo parecía que iba viento en popa para Herrero Brigantina, la corredoría de seguros fundada en 2011 por Juan González Herrero (...) En apenas unos años la compañía, establecida en Ponferrada y Madrid, había alumbrado diferentes sociedades financieras y legales, conformando un grupo empresarial que crecía a velocidad de vértigo y que aspiraba a salir a Bolsa este mismo año».

Así comienza La Nueva España de Oviedo un extenso artículo titulado ‘Los siete enigmas de Herrero Brigantina’, en el que Yago González añade a continuación de esta presentación del ambicioso proyecto: "El sueño corre peligro de hacerse añicos» en virtud de los reportajes que viene publicando el citado periódico asturiano y también El País, en los que hablan de que «la compañía acumula meses de retrasos en la devolución de cientos de miles de euros a clientes de toda España".

Y analiza estos siete enigmas que ponen en peligro la viabilidad de Herrero Brigantina: "Una directiva suspicaz, su hombre en la cúspide, los despidos de directivos a los que acusa de tratar de robarles los clientes... y un largo etcétera entre los que en la ‘conexión leonesa’ destaca la figura de la vicepresidenta Kelly Galeano, a su vez segunda esposa del citado González Herrero y antes camarera en un pub de Ponferrada.

Escribe González: "Varios trabajadores apuntan a un hecho concreto como punto de inflexión en el rumbo de la compañía, un cambio hegemónico que tuvo lugaren 2021 y donde confluyen las esferas profesional y personal: El matrimonio entre González Herrero y su segunda esposa Kelly Galeano. Esta colombiana, antigua camarera en un pub de Ponferrada, recibió un curso de formación en la compañía y fue designada vicepresidenta de su consejo asesor.

"Desde que se casó con ella Juan empezó a contratar a personas de su entorno. El cúlmen se produjo cuando él llegó a proponer la apertura de una delegación en Colombia en la que estuvieran al frente la madre y el hermano de Kelly"; asegura una exdirectiva, que sostiene que algunos de los actuales trabajadores «no tienen ningún tipo de formación financiera ni jurídica".

Herrero Brigantina insiste en que son acusaciones falsas pero entre los afectados por los retrasos de cobros de importantes cantidades (entre 10.000 y 30.000 euros) cunde el desánimo y, escribe Yago González por boca de ellos: "Este barco está hundido desde antes de que empezaran nuestros retrasos".