31/01/2023
 Actualizado a 31/01/2023
Guardar
Doy vueltas a qué es esto de la amistad porque me ha ocurrido no hace tanto que con alguien que consideraba amigo me he sentido manipulado, utilizado. Me rechina en lo más hondo de mi ser, pues intento seguir siempre el lema de los minimalistas: «Ama a las personas, usa las cosas». Además, siendo los propósitos del manipulador poco amistosos para mi gusto pues, en su intento de salvar, de ser «buen pastor», ha generado en muy poco tiempo muchísimo dolor. En mi interior, con rabia, decidí poner tierra de por medio para no ser un cómplice inocente.

Hace años recomendé ‘12 reglas para vivir’ de Jordan Peterson. Cuando lo leí, en su momento, me encantó. Y esta mañana he vuelto a su regla número 3: «Traba amistad con aquellas personas que quieran lo mejor de ti». Reflexiona, con testimonios personales, de por qué a veces elegimos a los amigos: «Hay también motivos por lo que las personas eligen a amigos que no son buenos para ellas. En ocasiones, lo hacen porque quieren rescatar a alguien (…) Cuando no se trata solo de ingenuidad, el intento de rescatar a alguien está a menudo motivado por la vanidad y el narcisismo». Y recoge algunos párrafos memorables de ‘Memorias del subsuelo’ de Fiódor Dostoievski cuando, creyéndose redimido, el hombre del subsuelo comete la peor de las transgresiones posibles: ofrece ayuda a una persona verdaderamente desafortunada, Liza. Porque, en ese intento de ayudar a alguien, habría que descubrir primero por qué esa persona tiene problemas sin asumir sin más que es una víctima de la injusticia y la explotación: le estarías arrebatando su auténtico poder, el de decidir con responsabilidad su propia vida.

Mucho me temo que el arquetipo yunguiano de ‘Mesías’ está demasiado arraigado en algunos de nosotros y, aun con tan ‘noble’ aunque vano propósito, no nos olvidemos de que el fin no justifica los medios; no sería justo.
Lo más leído