Verbis es uno de los artistas leoneses que han llegado a tener un prestigio no solamente nacional, sino internacional a través de su trabajo a lo largo del tiempo. Su carrera se ha desarrollado en los últimos decenios del siglo XX y los primeros del XXI.
En junio de este mismo año ha vuelto a exponer en la colectiva de verano de Ármaga bajo el título ‘Esta luz’, en la que colaboró con una pieza, que ha sido el germen de la exposición que ahora se inicia. En esa exposición el autor presentó un collage sobre un fondo serigráfico perteneciente a una serie que se llamaba ‘La ley de la selva’, variaciones sobre fondos serigráficos, que expone como un juego entre lo mecánico, lo repetitivo y lo plano de la serigrafía y papeles que están manchados y pintados como con veladuras cromáticas que se van superponiendo y generan dos planos de lenguaje y producen una sensación espacial y atractiva.
En cuanto a su evolución a lo largo del tiempo considera que es difícil precisar y comenta: «yo como artista no me he estancado en un lenguaje muy definido. Es cierto que la gente a mí me dice: ‘bueno, se te reconoce’, pero yo me he visto como alguien que va abriendo sendas o veredas en su discurso, en su proceso y las explora, luego las abandona y a veces las vuelve a retomar cuando pasa el tiempo. En ese sentido mi evolución es muy orgánica, no es algo que yo programe, sino que el propio proceso me lleva de un sitio a otro. Voy abriendo espacios y yo, que trabajo sólo, en la medida de mis posibilidades los exploro hasta el momento en que, o bien me aburren, o bien están tan mecanizados que se repiten y entonces ya cambio. Creo que el artista tiene que ser fiel a su necesidad expresiva y si el cuerpo o el espíritu te piden ir por un camino, lo tienes que seguir. Lo que no quiero es serme infiel a mi mismo y resultar uno que no soy. Si como persona cambio, mi lenguaje tiene que cambiar, tiene que evolucionar y yo ser fiel a mis propios cambios».Daniel Verbis presenta en la exposición ‘Cartografías de una des-aparición’ una serie de cuadros y objetos que en parte son pinturas acrílicas sobre lienzo, aunque además hay objetos directos creados con materiales diversos, como ese que se titula ‘Tulipán o tulicrem, la cosa es ponerse a cien’, y otro ‘Derribos Deluze’, cuyos títulos rezuman ironía y ponen una nota especial a sus obras. Además presenta una serie de pinturas en tamaño pequeño para guardas de libros que titula ‘El que guarda su boca guarda su alma’, una mordaz combinación de homónimos que muestran que su uso del lenguaje tiene un carácter singular. En todas sus presentaciones la combinación de las palabras en sus títulos ha sido un aporte más a las piezas.A la hora de explicar la obra que presenta en la ciudad de León, en su ciudad natal, relata cuál es el proceso de creación de este modo: «considero que las fugas, las potencialidades de la obra son lo que más me interesa, es decir trabajo sobre una obra abierta en la que las posibilidades que fluyen son muchas y mi trabajo como artista es definir en qué dirección voy. ‘Cartografías de una des-aparición’ responde a la idea de como toda apariencia es el resultado de un proceso cambiante. En ese sentido ha habido un momento anterior y ese momento que ha desaparecido en el cuadro durante el proceso, es también parte constitutiva de la obra. El arte y la pintura se configuran como un proceso de continua aparición y desaparición del sujeto, en este caso del artista, pues el cuadro es una especie de reflejo que le retrata». Se puede ver en sus obras como su trabajo fluye con diferentes conexiones y al final siempre aparecen nudos que hacen que ese discurso esté bien enlazado y sea legible. Frente a aquellos que piensan que el arte debe transmitir mensajes, Verbis considera de debe mostrar emociones y sentimientos, hacer que el espectador se integre en la obra y la haga suya. Como dice: «quiero que, como espectador, me sienta sorprendido y esa sorpresa me cause entusiasmo. Si a mi me sorprende lo que hago también puede sorprenderle al espectador». Sin embargo, como toda obra de arte, el espectador puede ver algo diferente a lo que el autor ha pretendido, y si ello le emociona y lo hace suyo, él lo asume y considera que le hace avanzar, porque si no se produciría un estancamiento al tener solamente una visión particular de la obra.
El buen arte y la literatura son pura poesía que sirve para emocionar a quien contempla las obras y crea sentimientos diferentes en cada espectador. La poesía y el arte van de la mano y en su exposición Daniel Verbis trata de hacer sentir esas emociones a través de la expresión plástica. Además de utilizar el arte para emocionarse y emocionar a los demás, en los títulos integra ese poso poético que tanto ha influido en su obra desde el principio, porque además podemos comprobar en el catálogo y en sus expresiones que no solamente es un artista plástico, sino que escribe con una fluidez y sensibilidad que hacen que tanto sus piezas visuales, como sus escritos emocionen a quien las ve o los lee.La exposición de la galería Ármaga ‘Cartografías de una des-aparición’ resulta para el autor como jugar en casa y la considera como un reencuentro con gente que a lo mejor le ha conocido a lo largo del tiempo o ha conocido su obra a través de medios de difusión, que vean en directo lo que está realizando en este momento, que es un punto de su evolución diferente a etapas anteriores y que ha de continuar en ese proceso sin estancarse para nada.
Esta exposición de Verbis que este sábado se inaugura en León ha de ser un hito, ya que pocas veces un autor tan reconocido e importante en el mundo artístico cuelga sus obras en nuestra ciudad. ‘Cartografías de una des-aparición’ estará en la galería Ármaga hasta mediados del próximo mes de diciembre. Nadie interesado por el Arte con mayúscula se lo debería perder.