Cultural y Deportiva inician la reconquista

Cultural y Deportiva comienzan esta semana una pretemporada a la que ambos llegan con ganas de aparcar el pasado y soñar conel futuro.

Y es que tanto culturalistas como bercianos afrontan la temporada con un objetivo entre ceja y ceja: volver a ser equipo de Segunda División. Los leoneses tratarán de repetir la gesta que ya hiciera la Ponferradina en 2012, regresar a la Liga 123 solo un año después del descenso.

Pese a la pérdida de referentes como Rodri o Mario Ortiz y el culebrón Señé, que ha llegado a anunciar públicamente su intención de abandonar la Cultural a pesar de tener contrato en vigor, el nuevo proyecto que lidera Víctor Cea ha logrado la continuidad de futbolistas importantes como Palatsí o Sergio Marcos y ya ha dado un ‘zarpazo’ en el mercado de fichajes con la incorporación de Aridane, que buscará su tercer ascenso consecutivo a Segunda en León. Así, la Cultural cuenta ya con 18 jugadores, de los cuales 16 tienen más de 23 años, cumpliéndose ya por tanto el número tope que permite inscribir la Segunda División B.

Los de Víctor Cea serán uno de los rivales a batir en un Grupo I que compartirán, además de con la propia Ponferradina, con gallegos, madrileños, castellanos y leoneses –a excepción del Mirandés– y Las Palmas B.

Por su parte, la Deportiva, que hace apenas dos meses ponía punto final a otra temporada para olvidar con una goleada estéril al Fuenlabrada, ha vuelto a sus orígenes con una receta que le consolidó hace no tanto en el fútbol profesional y ha reenganchado a la afición a la causa.

La fórmula es simple: menos estrellas y más ‘hambre’. Tras años de apuestas por jugadores consagrados, apellidos exóticos y veteranos de mucho nombre pero escaso rendimiento, la Ponferradina ha dado un giro de 180 grados recuperando las señas de identidad que le llevaron a vivir los mejores años de su historia.

La ambición llega a todos los ámbitos, incluido el cuerpo técnico. En el banquillo se ha apostado por Jon Pérez ‘Bolo’, cuya trayectoria hace inevitable la comparación con Barragán.

Dos depredadores del área como jugadores que llegaron al banquillo de la Ponferradina tras un arranque prometedor. Si el de Manises lo hizo salvando al Elche del descenso en su primera temporada, el vasco ha logrado devolver algo de la gloria perdida a todo un emblema del fútbol español.

Hasta el aterrizaje de Bolo, el Arenas de Getxo, uno de los diez clubes fundadores del actual Campeonato Nacional de Liga, llevaba vagando más de sesenta años por los campos de Tercera División y Regional Preferente, un periplo únicamente interrumpido durantela temporada 79/80, la última del Arenas en Segunda B hasta el comienzo de la era Bolo.

El técnico no solo consiguió devolver al conjunto vasco a la división de bronce, si no que ha sido capaz de mantener al club sin pasar apuros en la categoría durante tres temporadas.

La Deportiva arranca la pretemporada con los deberes hechos. Volverá al trabajo con 17 futbolistas que, salvo cambios de última hora, formarán parte de la primera plantilla, por lo que Bolo podrá trabajar con un equipo que será muy parecido al que debutará el próximo 26 de agosto.

Yuri, líder espiritual y deportivo del conjunto berciano, estará acompañado de jugadores que llegan a la capital berciana en línea ascendente. Dani Pichín logró el ascenso a Segunda con el Rayo Majadahonda y Son, Sielva y Trigueros acariciaron el ‘playoff’ con equipos ‘a priori’ llamados a luchar por objetivos mucho menos ambiciosos como Barakaldo y Rápido de Bouzas.

Otros arrancan la pretemporada con ganas de resarcirse. Zabaco, tras acariciar la división de plata con la yema de los dedos en el Cartagena, tratará de saborear el ascenso como blanquiazul; mientras que los renovados –Ríos Reina, Jon García, Isi y Saúl– buscan demostrar que lo del pasado curso fue un accidente.