La tragedia volvía a sobrevolar en el Reino de León. Y esta vez, con pinta de poder tener consecuencias. Tras perder la Cultural en sus dos últimos partidos como local ante Las Palmas B y Castilla, esta vez era el modesto Navalcarnero el que entraba a falta de un cuarto de hora con ventaja en el marcador, provocando que la paciencia se le agotara a una afición que empezaba a cargar cada vez en mayor número sus iras en dirección al banquillo.No era sólo el 0-1, era la pésima imagen de un equipo sin ideas, aunque sobrado de un orgullo y una garra que aunque las cosas no salieran siempre estuvo presente. Y que fue lo que acabó llevando a la remontada en el último cuarto de hora final. Eso y la entrada en el campo de un Sergio Marcos que, en 20 minutos sobre el césped, dio un auténtico recital y aclaró el panorama de un equipo hasta entonces incapaz de trenzar jugadas.
Aunque, justo es decirlo, la fortuna también vino de cara en el gol del empate que abrió el camino. La Cultural estaba absolutamente volcada, con sólo dos defensas tras haber quitado Cea a los dos laterales y muchos hombres acumulándose en ataque, pero las ocasiones no llegaban y la sensación de peligro sólo se producía a balón parado.
Con 1-1, una expulsión dejó al Navalcarnero con 10. Acabó el partido con nueve tras una lesión justo al marcarse el 2-1 Y entonces, en uno de los múltiples centros puestos desde la banda, llegó el empate. Fue Zelu quien, tras llegar a línea de fondo, ponía un centro raso y cerrado que, en el área pequeña, Abu se metía en su propia portería al intentar despejarlo. El primer paso, quizá el más difícil, estaba dado. Y había tiempo de sobra para completar la reacción.
Así, con el 1-1, la Cultural empezó a creer y además el Navalcarnero se encontró un obstáculo en el camino. Perdió todo el tiempo del mundo el equipo madrileño (hasta dos veces no devolvió la pelota la escuadra culturalista tras tirarla fuera para que atendieran a un jugador) y se hinchó a dar patadas. Y al final lo pagó, porque en una de ellas Fran Santano veía su segunda amarilla y dejaba a los madrileños con un hombre menos para afrontar los 10 últimos minutos de partido.
Estaba claro que alguna ocasión iba a tener la Cultural y de hecho, a la primera, encontró el premio. Porque, instantes después de que Sergio Marcos hubiera dejado solo a Aridane ante el meta pero el línea señalara un dudoso fuera de juego, otro centro lateral acababa convirtiéndose en gol.
Un mal despeje de Palatsí, que luego evitó el 0-2 con una gran parada, provocó el tempranero 0-1 de Santano Esta vez quien la ponía era Hugo Rodríguez, sacando de forma acrobática el centro el portero pero quedándole el rechace en el área pequeña a Zelu, que fusilaba sin piedad al meta para hacer un 2-1 que era ya definitivo, pues además en la acción del gol se lesionaba Álex González, retirándose en camilla y obligando al Navalcarnero a acabar el partido con nueve hombres pues ya había hecho los tres cambios.
Con ese panorama, pensar en un zarpazo madrileño se antojaba complicado. Pero, por si acaso, la Cultural hizo lo que debía: ir a por el gol de la tranquilidad que asegurara los vitales tres puntos. Y no tardó en lograrlo, porque en el córner provocado al sacar un defensa un disparo de Capilla que ya se colaba, él mismo lo botaba y llegaba en el segundo palo con fuerza para cabecearlo y hacer el definitivo 3-1 Iván González.
Zelu provocó con un centro el gol en propia puerta del 1-1 y en un rechace hizo el 2-1. Iván sentenció tras un córner Era la culminación de un triunfo balsámico y harto complicado. Era el balón de oxígeno que permitía olvidar lo sufrido, desde que en el minuto 13 un mal despeje de Palatsí hubiera sido aprovechado Santano para hacer el 0-1. Antes de eso, Aridane había fallado un mano a mano. Después, de nuevo un cabezazo del canario (que forzó descaradamente su quinta cartulina amarilla, por lo que no estará frente al Valladolid B) y dos tiros de Zelu en el arreón final, fueron todo el bagaje ofensivo antes del descanso.
Y aunque tras el paso por vestuarios la Cultural salió en tromba, con dos claras ocasiones de Señé y Saúl y un posible penalti no pitado sobre Hugo, la más clara la tuvo el Navalcarnero, que obligó a lucirse a Palatsí, dándole la opción de enmendar su error. Y de hecho, hasta el vendaval final, las llegadas se habían frenado... hasta que Zelu inició el camino que completaba Iván.
Eran los artífices de una remontada que evitaba el cisma. De un tercer triunfo seguido que, pese a todo, no tapa los problemas que sigue teniendo una Cultural a la que se le debe exigir mucho más. Pero que permite que, mientras la maquinaria se engrase, la distancia con los rivales no siga aumentando.