Una Cultural de dos caras volvió a firmar tablas con un rival directo, esta vez el Burgos, ante quien igualó (1-1) en un partido en el que el equipo leonés estuvo a merced de su rival hasta el 0-1 en los primeros compases de la segunda mitad. Sin embargo tras el golpe empezó a apretar, igualó con un penalti fabricado por Héctor y Pipo y convertido por del delantero, y acabó achuchando hasta la conclusión en busca del triunfo pero sin conseguir generar oportunidades de gol.Al final empate rescatado y dudas disparadas, puesto que lo visto hasta el minuto 50 fue para preocuparse y mucho. El centro del campo, con Montes y en especial un desacertado Sergio Marcos, fue incapaz de coger nunca la manija del choque. El ritmo, lentísimo en la circulación y casi siempre tocando en campo propio sin generar ninguna ventaja, lo único que provocó fue impaciencia en la grada. Y la defensa, pese a un omnipresente y muy destacado Galas, muy por encima de un ayer gris Rodas, sufría lo indecible con cada ofensiva del Burgos, que generaba una situación de peligro tras otra.
El Burgos encadenó varias ocasiones con 0-0. Zubiaurre hizo un paradón a cabezazo Juanma en la más clara Porque tras 15 minutos iniciales de espejismo, con una mejor Cultural que forzaba dos amarillas a defensas burgaleses en balones al espacio hacia Bravo y Luque, y tenía un par de acercamientos en un córner cabeceado por Rodas y un disparo de Abad a las manos del meta, las tornas cambiaron.
Se les olvidó a los de Cabello ese recurso que podía darles petróleo y se redujo la velocidad y hasta por momentos parecía que la intensidad, pues cada balón dividido lo ganaban los visitantes. ¿La consecuencia? Que la posesión podría ser en mayor medida culturalista, pero el peligro con acciones mucho más directas lo generaban los visitantes.
La tuvo, clarísima, Juanma, cuya marca perdía la zaga en un centro desde la izquierda, y que en una posición muy clara conectaba un cabezazo picado que botaba y se iba cerca del larguero, donde un Zubiarre con dudas en los balones aéreos pero bien bajo palos sacaba una gran mano con la que enviaba el balón a córner.
Tras frenar Galas una contra de 2 contra 1, la jugada siguió y un gran disparo de primeras en la frontal supuso el 0-1 Fue el inicio del carrusel de llegadas y oportunidades que el Burgos tuvo en el último cuarto de hora de la primera mitad. Primero de Mumo, en un disparo desde la frontal que cambiaba su trayectoria tras pegar en un defensa y se sacaba de encima Zubiarre. Después Elgezabal, en un cabezazo a la salida de un córner que se iba fuera por muy poco. Y por último en dos centros de Saúl Berjón, que puede hacer menos kilómetros que nadie sobre el campo pero cada vez que tiene el balón genera peligro con el guante que tiene en sus botas, que acababan con dos remates de Mumo y Claudio en buena posición pero lejos de los tres palos.
Aún así, el descanso que pedía a gritos la Cultural llegaba con el 0-0, el cual duraría poco. Tanto iba yendo el cántaro a la fuente que al final acabó rompiéndose. Fue en la continuación de una acción peligrosísima, en la que tras una pérdida de Bravo que sigue muy lejos del nivel que mostró en la Ponferradina, el Burgos pillaba a la defensa descolocada y montaba una contra en la que dos delanteros se quedaban contra Galas, que aguantaba bien para que ni siquiera llegaran a tirar.
Héctor metió el gol y mejoró a la Cultural, que buscó el 2-1 ante las pérdidas de tiempo de un conservador Burgos Sin embargo esa jugada continuaba, Rodas fallaba en el despeje y un pase atrás llegaba desde atrás para engancharlo en la frontal Undabarrena, que de primeras se sacaba un disparo durísimo, potente y pegado al palo que no alcanzaba a detener Zubiaurre.
Llegaba el más que merecido 0-1 al marcador y con él, como si hubiera estado esperando a estar caída en la lona para levantarse e intentar mandar contra las cuerdas a su rival, fue despertando la Cultural, mejorando sobre todo con la salida de Héctor (en un doble cambio sorprendente porque supuso retirar a un Luque que estaba siendo el mejor en tareas ofensivas) y el juego de espaldas que este aportó.
Héctor metió el gol y mejoró a la Cultural, que buscó el 2-1 ante las pérdidas de tiempo de un conservador Burgos De hecho, prácticamente el primer balón que tocó fue el 1-1. Controló de un balón largo que recibió en posible fuera de juego y conectó de tacón con Pipo, que entraba vertical al área y sufría el empujón de Álvaro, yéndose al suelo según notaba el contacto y señalando el árbitro el clarísimo penalti. Tocaba meterlo y, como todos esta temporada, lo consiguió la Cultural, esta vez por medio del propio Héctor, que engañaba al meta y anotaba con un tiro a media altura pegado al palo derecho.
¿Con el 1-1? Si alguien mereció más fue la Cultural, en parte por el tremendo conservadurismo del Burgos, que pese a haber sido superior en gran parte del choque se fue atrás y se hinchó a perder tiempo dando por bueno el empate.Lo buscaron los de Cabello, con más ganas y empuje que en todo el choque, pero faltaron ideas para romper el entramado del Burgos y un tiro de Dioni sin apenas ángulo que se estrellaba en el lateral de la red en el descuento era la única aproximación a la meta de un Barovero que, como está siendo nota común con todos los porteros rivales en lo que va de campaña, no tuvo que hacer ninguna intervención de mérito.
Al final reparto de puntos y máxima igualdad en el pelotón de cabeza, pero la sensación de que el equipo necesita mejorar mucho y quizá cambiar de plan.