Son las advertencias que cada año se lanzan desde las administraciones sanitarias para advertir a la ciudadanía de los peligros del calor si no se toman las medidas necesarias, como evitar estar al sol en las horas centrales del día o tomar todo el agua posible para estar constantemente hidratado.
Pero también hay que tomar otras medidas, como evitar las comidas copiosas, reducir la cantidad y basar la alimentación en verduras y frutas, además de reducir la actividad física y descansar con frecuencia a la sombra. También se aconseja usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares, permanecer en espacios ventilados o acondicionados, utilizar las habitaciones más frescas de casa, bajar las persianas y cerrar las ventanas durante el día y abrirlas por la noche para ventilar y mantener los alimentos en el frigorífico. Pero también es aconsejable, según se especifica desde la Consejería de Sanidad, no dejar las ventanillas cerradas cuando se estaciona un vehículo con niños o ancianos en el interior y ayudar a las personas que están en mayor riesgo de sufrir los efectos de las altas temperaturas.
Por eso es también muy recomendable detectar los problemas de salud asociados a estos golpes de calor, como los calambres por pérdida de sales, el agotamiento físico que produce malestar, dolor de cabeza, náuseas, vómitos o sed intensa así como el decaimiento y sensación de postración por la deshidratación, pero también piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, inestabilidad al andar, mareos e incluso convulsiones y entrada en coma.
Qué hacer ante un golpe de calor
Cuando se detecta a una persona que ha sufrido un golpe de calor, lo más importante en primer lugar es llamar al servicio de emergencias del 1-1-2, pero también se puede actuar con otras medidas. Por ejemplo, colocar al enfermo en un lugar a la sombra y quitarle ropa para airearlo y lograr que poco a poco se vaya recuperando. Además, otra opción es que, si está consciente, colocarlo con la cabeza ligeramente elevada y ofrecerle abundante agua, además de refrescar la cara y las axilas, pero no meterle en la bañera para enfriarlo. De igual forma, se desaconseja dar líquidos a una persona que está inconsciente, por lo que lo mejor es colocarlo tumbado de lado con las piernas flexionadas.