Cuidado: comerciales de venta a puerta

No abrir la puerta ni firmar nada son las recomendaciones de la Oficina Municipal de Información al Consumidor de León, que resuelve al año más de 650 reclamaciones

Susana Martín
11/06/2017
 Actualizado a 17/09/2019
La oficina de la Omic del Ayuntamiento atiende a los consumidores de lunes a jueves en San Marcelo.
La oficina de la Omic del Ayuntamiento atiende a los consumidores de lunes a jueves en San Marcelo.
Llaman al timbre y, si consiguen que les abran la puerta, tienen que echarle morro y conseguir que el vecino en cuestión les compre la moto que venden. La venta fuera de establecimiento mercantil permanente –conocida popularmente como comerciales de venta a puerta– ofrece a los consumidores todo tipo de productos y servicios. Desde libros, a aspiradoras, pasando por contratos energéticos supuestamente ventajosos para el cliente. Pero ojo. Como saben, nadie vende duros a cuatro pesetas (ni euros a menos de 166), por lo que desde la Oficina Municipal de Información al Consumidor (Omic) reconocen que no son pocas las reclamaciones posteriores de los consumidores que se sienten de alguna manera ‘engañados’ tras la compra o contratación que acaban de formalizar.

Las tarifas planas energéticas que se ofertan se superan con facilidad; y ojo, después, cada kilowatio cuesta el triple Belén Pérez Gundín, asesora de Consumo de la Omic del Ayuntamiento de León, reconoce que «no hay edades» en esto de las reclamaciones de consumidores que se sienten engañados. En la mayoría de los casos, no se trata de ‘estafas’ propiamente dichas, pero sí pueden considerarse fraudes.

Las tarifas planas energéticas

A casa de Álvaro, un hombre de 70 años que vive solo, llamó hace unos meses una comercial amabilísima de una subcontrata de Gas Natural que le habló de las ventajas de la liberalización del mercado de los servicios energéticos y le ofreció una tarifa plana con la que pagar siempre lo mismo por el consumo de luz, gas y electricidad. El hombre se olvidó de aquel contrató que firmó convencido, hasta que le llegó una factura de 655 euros por el exceso de kilowatios. Tras unos días de disgusto, en la Omic le están ayudando a tramitar su reclamación. Como no le explicaron toda la ‘letra pequeña’ ni tuvieron en cuenta su consumo energético anual medio, en la Omic le guían sobre cómo presentar la queja –«es un proceso lento»– y tratar de recuperar parte del dinero irregularmente facturado.

En lo que va de este año,en la Omic de León han resuelto 4 casos de venta a domicilio. El año pasado, ocho expedientes Pérez Gundín explica las recomendaciones sobre la venta ‘en puerta fría’, que puede causar problemas a gente de todas las edades, «aunque los ancianos sean más vulnerables». Lo primero, cuenta, es no abrir la puerta a nadie, que sería lo más aconsejable. Si se abre, «es fundamental no firmar nada, porque la firma nos vincula y luego es difícil demostrar que hemos sido engañados». Si el consumidor ha firmado, es importante informar al entorno «para tener capacidad de reacción», ya que hay 14 días naturales para desistir de cualquier contrato.

La Omic de León es desde 1995 el cauce de los ciudadanos para informarse de sus derechos, y también cuando quieran reclamar sobre un producto o servicio. El año pasado resolvieron 655 de los 1.338 expedientes abiertos y recuperaron 97.000 euros de los consumidores.

«Enfrentarse a una reclamación solo no es fácil», dice Pérez Gundín. Y para eso están los cinco técnicos de la Omic del Ayuntamiento de León.
Lo más leído