Cuestión de convicción

28/04/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Conseguir y defender los derechos laborales es una cuestión de convicción personal de las personas. Desde luego la mejora en las condiciones de vida de la gente no se consigue con una actitud pasiva, pensando que ya otros se ocupan por mí. Los derechos se consiguen apoyando, participando, dando ideas, militando en los sindicatos y organizaciones.

No podemos excusarnos en que los sindicatos no funcionan, no nos defienden. Eso es evadir la responsabilidad de cada uno, en definitiva es tomar una postura demasiado cómoda. Si no participamos no podemos cambiar las cosas, si no vigilamos desde dentro a los encargados de dirigir las naves no podremos exigirles y menos sustituirles. Un sindicato no es una persona, es un grupo de personas implicadas en un proyecto, son miles de delegados que luchan en cada una de las empresas, que pelean por los derechos de sus compañeros y los suyos propios.

No es menos cierto que todos los derechos laborales que disfrutamos, no han surgido de la nada. Son fruto de los esfuerzos y capacidad de lucha de los sindicatos, del esfuerzo de miles de trabajadores sindicalistas que nos han precedido, en el caso de la UGT, sindicato al que represento, desde 1888.
Estos derechos conseguidos se están resquebrajando, porque la gente carece de convicción, porque los trabajadores no sólo no militan en los sindicatos, sino que además los demonizan. A este ritmo los sindicatos se debilitarán de tal forma que no podrán defendernos, para gloria y satisfacción del sector financiero, de las grandes multinacionales y del poder. Sólo unidos y siendo activos entorno a los sindicatos podremos avanzar en derechos, la lucha no puede ser de forma individual luchando como Don Quijote contra molinos de viento.
El uno de mayo no es una fiesta para irse al campo a pasarlo bien con la familia. Es un día de fiesta reivindicativa donde debemos juntarnos todos. Pero sobre todo, es un día para que nos oigan nuestros gobernantes.
Lo más leído