20/03/2019
 Actualizado a 15/09/2019
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La imagen es cuanto menos alarmante. Un joven, sentado tranquilamente en un vagón de Metro a última hora de la noche, afila un cuchillo de enormes dimensiones como si fuera lo más normal del mundo. Es además el mes de marzo, cuando se acaban de cumplir 15 años desde el fatídico 11-M, ese día que cambió la historia de España y nos metió a todos un poco el miedo en el cuerpo. En los vídeos se puede ver cómo trabaja con él con una facilidad y naturalidad que da que pensar. Por suerte, la Policía localizó al autor de esta extraña labor... y resulta que era un cortador de cuchillo. Ver para creer.

Más allá de que en hora punta habría provocado una verdadera estampida, y también dejando al margen la posibilidad de que podría ser constitutivo de delito el exhibir tan tranquilamente un cuchillo, jamás una imagen escenifica lo que en estos momentos se vive en decenas de sedes de partidos políticos. Es imposible mejorar esta metáfora de lo que supone preparar unas elecciones en partidos como el PSOE, donde el «tomo nota» de Susana Díaz aún resuena en todos los socialistas, como si estuviera ya esperando la derrota de Sánchez. Pero en el PP también saben de esto, aunque por otra parte es normal que hagan limpia en todos los partidos porque los jetas habrá que ir cambiándolos no sea que se jubilen, como algunos, también leoneses, pretenden. Eso sí, lo más difícil de estos cuchillazos lo ha conseguido Ciudadanos:que sean telemáticos.
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