Las fiestas y ferias y la forma de vivirlas y sentirlas son sin lugar a dudas una de las mejores señas de identidad de un territorio, se trata de un gran número de elementos, símbolos y manifestaciones que han pervivido a lo largo del tiempo que van pasando de generación en generación que en ocasiones está en verdadero peligro de extinción.
En este sentido, a las publicaciones sobre señalización, patrimonio, gastronomía y material promocional dedicados al impulso de rutas, recursos naturales y culturales, se ha incorporado también una ‘Guía de fiestas y ferias de las comarcas de Cuatro Valles’.En esta guía se recogen una buena parte de las fiestas de Cuatro Valles. Fiestas sencillas, de pueblo, plenas de vitalidad, de recursos y de símbolos que en muchas ocasiones ya solamente saben interpretar los mayores de cada localidad.
En invierno, si hay una fiesta que destaca, es la Navidad y en la mayor parte de los pueblos hay alguna celebración al respecto, pero también hay otras como el ‘Sábado Castañero’ y la ‘Zafarronada’ en Riello o ‘La quema de la vieja’ en Murias de Paredes.
En primavera sobresale la Semana Santa con todas sus representaciones y en verano se puede decir que es el tiempo de romerías por excelencia y las fiestas se multiplican en Cuatro Valles donde a las propias de esta estación se añaden otras que se trasladan desde el invierno para favorecer la asistencia de muchas personas que están ausentes en el invierno.
En otoño también hay unas cuantas ferias y celebraciones que no se pueden olvidar, como la ‘Feriona’ en Villablino, la feria del caballo hispano bretón en San Emiliano o la de la cecina de chivo en Vegacervera.
Cabe destacar finalmente que varios de los eventos celebrados en Cuatro Valles tienen la consideración de Fiesta de Interés Turístico Popular, como es el caso de la ‘Fiesta del Pastor’ en Barios de Luna, la ‘Romería de Camposagrado’, la ‘Romería popular a Carrasconte’ o la ‘Romería del Buen Suceso’ entre otras.