Cuatro personas han perdido la vida ahogadas en lo que va de año en la comunidad

Tres fallecen en la provincia de Valladolid, entre ellos un niño de dos años en una piscina, y otra en un río de Salamanca

Ical
17/08/2015
 Actualizado a 31/08/2019
Imagen de archivo. | ICAL
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Cuatro personas han perdido la vida ahogados en lo que va de año en Castilla y León, de las que tres fallecieron en la provincia de Valladolid, entre ellos un niño de dos años en una piscina, y otra más en un río de Salamanca. Todas las víctimas mortales por ahogamientos fueron hombres y solo en uno de los casos había un servicio de socorrista, según datos facilitados a la Agencia Ical por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

El primer ahogamiento de este año en la Comunidad tuvo lugar en marzo cuando un hombre de 44 años falleció en un río de la provincia de Valladolid mientras que el último se produjo en julio en una piscina de Medina del Campo (Valladolid) cuando un varón de 79 años murió pese a la existencia de un socorrista en la instalación. También hubo un incidente en mayo, con un niño de dos años que murió ahogado en una piscina de Valladolid y uno más en un río de Salamanca cuando un joven rumano de 21 años falleció ahogado.

Los datos actualizados del Informe Nacional de Ahogamientos, que elabora la Federación de Salvamento y Socorrismo, señalan que treinta personas han muerto ahogadas en espacios acuáticos de España a lo largo de la primera quincena de agosto, con lo que la cifra total hasta el 15 de agosto asciende a 235 fallecidos. Y eso que ha habido una caída de la media diaria de muertes por este motivo en la primera quincena de agosto (dos personas ahogadas cada día) después de un dramático mes de julio, con 2,74 víctimas mortales.

El estudio concluye que el 68 por ciento de los ahogamientos tiene lugar en espacios sin vigilancia (sobre todo ríos, balsas, pozos, torrentes y pantanos) y que siete de cada diez muertes se concentran en cinco comunidades autónomas como Cataluña (34), Canarias (29), Galicia (28) y Comunidad Valenciana (25). Castilla y León es la cuarta región, junto a Navarra, con menos fallecimientos por detrás de La Rioja (1), País Vasco (2), Madrid (3).

El coordinador de los Servicios de Socorrismo en Castilla y León, José María López, aboga por extremar la precaución a la hora de sumergerse en el agua y repite con insistencia la palabra prevención. En su opinión, la gente no es consciente “de donde se mete” y ni siquiera lee la normativa de cada instalación. “Lo habitual es que las recomendaciones de un socorrista no sean tomadas en cuenta”, precisa. No solo en una piscina sino en el mar cuando no se respeta el color de la bandera.

No en vano, recuerda a Ical que la primera labor del socorrista es prevenir a la persona y luego, si hay un incidente, actuar lo más rápido posible para salvarla y esperar a la llegada de los servicios médicos del 112. “En mis 25 años de socorrista, solo ha sido necesario tirarme dos veces al agua a rescatar a alguien”, apunta.

De ahí que López lamente que los usuarios de una piscina no vean al socorrista como una autoridad, pese a que esté recogido en la normativa, y cumplen más las indicaciones de un guardia de seguridad. El coordinador de Socorrismo advierte de los peligros de los ríos y, sobre todo, de los pantanos donde es necesario conocer las características del lugar, saber si hay servicio de rescate y tratar de tomar un baño acompañado ante cualquier peligro como una corriente de agua.

En cuanto a los ahogamientos de niños, carga contra la imprudencia de los padres porque “la tragedia tiene lugar en un descuido de un segundo”. Y es que es tajante al hablar de que los niños deben permanecer siempre bajo la extrema vigilancia de una persona adulta.

Castilla y León lidera un año más el número de licencias de salvamento y socorrismo con cerca de 3.000 permisos en una docena de clubes. Esta cifra supone el 27 por ciento de todos aquellos que los practican de forma regulada en España, que superan las 10.000.
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