Cuarteles reconvertidos y abandonados

Algunos han sido recuperados para usos asistenciales o sociales, pero en otros habitan fantamas del pasado entre decadencia y la maleza

I. Herrera
18/08/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Estado de los cuartes de los Sahagún y Santa Lucia (izquierda y derecha/centro) y de Cea (arriba) y Lugueros (abajo). | MAURICIO PEÑA
Estado de los cuartes de los Sahagún y Santa Lucia (izquierda y derecha/centro) y de Cea (arriba) y Lugueros (abajo). | MAURICIO PEÑA
Algunos cuarteles pagaron alquiler, otros ocuparon edificios emblemáticos y los hay que se construyeron de nueva planta siguiendo un modelo tipo. Pero una vez cerrados, todos han vivido su periodo de decadencia del que muchos todavía hoy no han salido.

Eso sí, no todos, pues en la provincia de León se pueden encontrar edificios que, vacíos de tricornios, se han llenado de otros usos, como el Santa Colomba de Somoza, hoy reconvertido en residencia; el de Garrafe de Torío, que ahora acoge, entre otros servicios, las dependencias del Ayuntamiento; el de Valdelugueros, que es casa rural, o el de Destriana, dedicado a usos socioculturales.

Hay pueblos como Cármenes o Sahagún que siguen teniendo cuartel, pero antes tuvieron otro, el viejo, que en cada caso ha seguido su propia deriva. El primero es hoy vivienda particular y el otro, el de Sahagún, ha recuperado los restos del viejo monasterio de San Benito que no hace tanto fue calabozo para delincuentes.

En Lario, el viejo cuartel es hoy Centro de Interpretación del Parque Regional de Picos de Europa. Y en Villamanín, que hoy es uno de esos pueblos sin cuartel, hubo dos, el más viejo estuvo donde está hoy el parque infantil y el otro tiene su historia, pues fue el único de Castilla y León y uno de los seis del territorio nacional que fue construido por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones (SNRDR, un organismo creado por Franco con el objetivo de dirigir los proyectos de reconstrucción de los territorios del bando nacional destruidos durante la Guerra Civil).

El cuartel de Santa Lucía se asienta sobre una colina que domina el pueblo, en el Barrio de San RoqueEn otros pueblos la casa-cuartel se ha convertido en un fantasma del pasado en el que sólo habita la decadencia y la maleza. Edificios en cuya arquitectura se puede leer su historia, como en el caso del acuartelamiento de Santa Lucía de Gordón.

La actividad de la Guardia Civil en este enclave estuvo estrechamente relacionada con la actividad minera, tan extinta como la vida de este cuartel que se asienta sobre una colina que domina el pueblo, en el Barrio de San Roque. Se construyó en los años 30 y lleva abandonado dos décadas.

El cuartel, de sólidas paredes, está flanqueado por alguna garita y todavía conserva el tejado. Nada más acceder al mismo se intuye la que fuera la oficina del cuarto de puertas. En el centro, su gran patio, en origen para caballerizas y después para vehículos, y el acceso a las viviendas de los guardias.

En estado de abandono aguardan también el de Cea o el de El Burgo Ranero, aunque en estos no se intuye el servicio que prestaron a la Benemérita en otros tiempos dándole vida no solo al espacio, sino al pueblo y a sus gentes.
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